Félix gritaba airado mientras sus hombres lo seguían. Sin embargo, se pararon en seco cuando por fin lograron ver bien lo que estaba sucediendo en realidad; quien estaba en el suelo no era Nataniel, sino Búfalo y su pandilla. Penélope tampoco estaba ofendida y lo miraba furiosa desde su lugar al lado de Nataniel.
«¿Qué está sucediendo? ¿Por qué no salió como lo planeé?».
Félix forzó una sonrisa y dijo con torpeza:
—Peni, estás bien. ¡Qué bueno!
—Vaya, Félix, tal parece que posees la habilidad de adivinar el futuro. ¿Cómo supiste que habría vándalos acosándome, si no estabas lo bastante cerca como para ver lo que estaba sucediendo? —le respondió Penélope con frialdad.
Félix se enojó un poco.
—¿Qué quieres decir con eso, Penélope? Vi que tu auto estaba aparcado al borde de la carretera y sospeché que algo andaba mal. ¡Todo lo que quería hacer era venir a salvarte; pero, en cambio, ahora sospechas de mis intenciones!
Penélope apuntó a Búfalo y su grupo, y le dijo a Félix con frialdad:
—Ya ellos admitieron que tú eres la mente maestra detrás de todo esto, así que puedes dejar de intentar defenderte.
Félix estaba sorprendido y miró con rabia a los hombres que estaban en el suelo.
—¿Cómo se atreven a traicionarme?
—Señor Félix, no tuvimos elección. El Señor Cruz nos habría quitado la vida de no haber dicho la verdad —dijo Búfalo con el poco aliento que le quedaba.
Al ver que Félix estaba a punto de perder los estribos, Nataniel dijo con tranquilidad:
—Dejemos a un lado su pequeña riña. Félix Lobaina, me parece que tenemos asuntos pendientes que debemos resolver.
Félix dejó de mirar a Búfalo y se enfocó en Nataniel. Ya no tenía ningún sentido intentar guardar las apariencias; su maldad ya era obvia para todos.
—Viejo, te he subestimado. No obstante, no hay mujer en el mundo que yo no pueda tener. Esta vez tuviste suerte, pero ya veremos cómo son las cosas de ahora en adelante…
—Esta es la tercera vez que me ofendes. ¡A partir de ahora, ya no tendrás otra oportunidad para hacerlo! —le respondió Nataniel con tranquilidad.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Saludo al General