Hoy día lunes, primer día de la semana, estaba dispuesta a
comenzar de cero. No más Ignacio no más revolcones, no más aventura solo sería
su empleada. Me dediqué a hacer compras necesarias para la casa, cuando termine
eran las 10 de la mañana, me pase por un café que había cerca y me puse hacer
la fila, el chico de adelante se volteó y me sonrió alegre.
- Hey!.- Me saludo.- ¿Qué tal?
- Hola, bien y tú?
- Bien.- sonrió, su sonrisa era perfecta.- Te acuerdas de mí
?
- Erick.- Le asentí. Y el volvió a sonreír ¡Basta! Me
derrite con esa sonrisa.
- Cual era tu nombre no me lo dijiste ese día.
- Franchesca.
- Hermoso, como tú, te invito un café, de todos modos a eso
vienes.- Me sonrió no pude evitar reír.
- Mmm...
- Vamos di que sí.
- Bueno.- Le sonreí amable, era el momento de Erick en la
fila.
- Que vas a tomar.
- Capuchino.
- Dos capuchinos.- Pronto estuvieron nuestros capuchinos en
nuestras manos.- Vamos a esa mesa.- Era una mesa para dos que daba a la ventana
había una linda vista de hay.
- ¿Y que haces por aquí?.- Le pregunté.
- Pasó cada mañana antes de ir a trabajar.- Asentí y bebí.-
¿Y tú?
- Estaba de comprar y pase por aquí.- Le sonreí.
- Me encante tu sonrisa.- Oh! Yo decía lo mismo, le sonreí y
me sonroje.- Eres hermosa.
- ¿Me estás coqueteando?.- Le dije con una sonrisa mientras
lo miraba divertida.
- Si, lo hago.- Me sonrió.
- Bueno a mí también me encanta tu sonrisa.- Me sonrió y
bebió de su capuchino.
- ¿Qué harás ahora?
- Volver al trabajo.- El asintió.
- Podríamos juntarnos otro dia...eh
- Claro.- Le respondí al verlo nervioso continuar, era
tierno y me divertía.
- Bueno, cuéntame más de ti, algo interesante.- Me reí,
¿Interesante?
- Mm..A ver me llamo Franchesca...soy de California...Tengo
veinte...am...trabajo para Ignacio Diaz en su casa.-El se atoro con su café.
- ¿Es enserio?.- Asentí.- Woow...siempre quise ser parte de
algo con el, es muy poderoso.- Y mentiroso dije para mis adentros.- ¿No sabes
si tiene algún cupo para algo?
- La verdad es que no se, yo entre hace algún tiempo porque
mí mejor amiga le hablo de mí.
- Se hacer de todo, así que si sabes algo me dices.- Le
asentí.- ¿Y qué más hay de ti?
- Eh...no lo sé no me preguntan sobre mí,
normalmente.¿Y tú?
- Soy de California también y tengo veintiuno, y ya sabes
trabajo en la tienda de zapatos .- Me reí.
- Me encanta esa tienda.
- Cuando quieras vas, te puedo hacer un descuento.- Me guiño
el ojo.
- Oh, no quiero meterte en un problema por cobrar menos.
- No, no lo harías.- Me sonrió otra vez. Mí celular vibro y
era Ignacio. Bufé
- Hola?....si de compras...le digo que estoy de compra...ya
iré .- Erick me miraba atento.- si señor...adiós.- Colgué y guarde mí celular
en la cartera.
- ¿Debes irte?
- Si lo siento, estaba divertida aquí...pero ya sabes... Diaz
manda.- El asintió.
-¿Te veo pronto?
- La verdad es que trabajo a tiempo completo, si día libre.
No sé cuándo podríamos vernos.
- Me llamas cuando vayas a hacer una compra antes de las
once, y te acompaño.
- Está bien.- Me entrego un papel con su numero y nombre
escrito y lo guardé en mí cartera.- Nos vemos Erick.
- Hasta luego hermosa.
Salí del café sonriendo, al menos el era un hombre que no me
obligaba a nada ni me sobornaba. Tal vez el me haría olvidar a Ignacio.
Una vez que llegue a casa me di cuenta que Ignacio estaba
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