UN BEBÉ PARA NAVIDAD romance Capítulo 245

Jhon caminó despacio hasta el buzón de la calle 46 en North Point. Era una calle de mala muerte rodeada de tiendecillas baratas y cafeterías con olor a cucaracha. Era una zona horrible en las afueras de la ciudad, pero bastante bulliciosa como para que pasara desapercibido quien así lo quería.

El buzón era amillo, desvencijado y hasta parecía que lo había chocado un auto por un costado. Grande y feo como cualquier otro buzón en Zurich. Metió el sobre color mostaza que llevaba en la mano y se alejó, dio vuelta en la siguiente esquina y se quedó vigilando. El resto de su equipo de cinco hombres también lo hacía, Jhon no había dejado que fuera nadie más.

Estaban esperando que alguien se acercara al buzón pero definitivamente no esperaban que alguien saliera de él. El niño debía tener alrededor de diez años, pateo la puerta desde adentro y salió corriendo con el sobre en la mano.

—¿Lo tienes? —preguntó Jhon en su auricular.

"Lo tengo, jefe", respondió el francotirador que tenía apostado en una de las azoteas cercanas. "Está bajando por Westfire..."

Jhon corrió hacia allí por una calle adyacente mientras su hombre le iba dando indicaciones y se le aceleró el corazón cuando vio al chico doblar la esquina y desaparecer en un callejón detrás de una pequeña cafetería.

Jhon empujó la puerta en silencio para encontrarse una cocina donde trabajaban varios cocineros, sudados por el calor.

Todos se detuvieron al verlo pero él les hizo una señal para que siguieran con lo suyo. Se dirigió hacia el fondo de la cafetería, donde había una puerta cerrada. Observó por el ojo de buey de cristal y estaba a punto de abrirla cuando vio al niño acercarse a una mujer sentada en una mesa. El chico le entregó el sobre y ella a cambio puso un par de billetes en su mano, luego Jhon lo vio desaparecer corriendo.

No tardó ni un segundo en reconocer a aquella mujer, era Ailsa Frasier. Ella sonrió y abrió el sobre mientras Jhon se acercaba despacio para no llamar la atención, pero en cuanto vio la expresión de su rostro cambiar se dejó caer en la silla frente a ella, sobresaltándola. En el sobre había una única hoja de papel y no contenía claves ni números de cuenta, en cambio solo tenía dos palabras: "Te atrapé".

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