A Ella la Salvaste, a Mí Me Perdiste romance Capítulo 9

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Macarena sabía que ir solo lograría que Fermín la despreciara aún más, pero no podía negarse ante la autoridad de Florencia.

Por eso, muchas veces se encontraba atrapada en el medio, sufriendo entre dos fuegos.

—Macarena, no me importa quién eras antes, ni cómo entraste a la familia Gómez. Ya que te casaste, tienes que ubicarte en tu lugar.

—Dejas que tu marido se largue tres días y ni siquiera te molestas en buscarlo, pero para colmo tú tampoco apareces en la casa. ¿Así es como se comporta la esposa de Fermín? ¿Acaso se te olvidó tu papel…?

Florencia seguía y seguía, sin parar.

Antes, Macarena habría agachado la cabeza, aceptando sin rechistar cada crítica. Total, el divorcio con Fermín estaba a la vuelta de la esquina. Pero esta vez, no se quedó callada como de costumbre. Interrumpió a Florencia, algo poco usual en ella.

—Mamá, usted misma lo dijo: soy su esposa, no su madre.

—Ese es su hijo, no el mío. Yo no tengo la obligación de estarle enseñando a comportarse.

—¿Qué dijiste? —Florencia se alteró, las palabras le salieron cortantes—. ¿Estás loca? ¿Te atreves a hablarme así?

—Solo estoy diciendo la verdad.

Florencia estuvo a punto de explotar, pero de pronto pareció recordar algo, y esbozó una sonrisa desdeñosa.

—Ay, ya sé. Seguro estás celosa. ¿Verdad que volvió Abril? Dime, ¿estos días Fermín ha estado con ella?

Macarena guardó silencio, sin responder.

No le sorprendía que Florencia supiera lo de Abril. Siempre estaba bien informada. Sabía perfectamente que la pregunta era solo para hacerla sentir peor.

Al ver que Macarena no contestaba, Florencia soltó una pequeña risa, convencida de su sospecha.

—Ya lo sabía. Estás aquí desquitando tu coraje solo por lo de Abril.

—Pero no se te olvide: yo soy la madre de Fermín. Si yo decido con quién debe estar mi hijo, él solo puede hacerme caso. Si quiero que se divorcie de ti, mañana mismo tienes que hacer tus maletas y largarte de la familia Gómez.

—Así que te sugiero que antes de hablar conmigo, pienses bien cuál es tu sitio.