Aunque Tobías tuviera sus propias intenciones, todo lo que había hecho la había hecho sentir, sin duda, un poco de calidez.
En ese momento, su celular sonó de repente.
Pensando que era Fabián, contestó de inmediato, pero la voz que escuchó fue la risa grave y contenida de Tobías.
—Cariño, ¿te gustó la sorpresa que te preparé?
Belén se quedó en silencio unos segundos, a punto de decir algo, pero Tobías se le adelantó:
—Mira por la ventana.
Con curiosidad, Belén se acercó a la ventana con el celular en la mano.
—Mira hacia abajo —volvió a decir la voz de Tobías.
Belén bajó la vista. En la calle, bajo un árbol, había un carro completamente negro. La fría luz de la luna proyectaba una larga sombra humana.
Tobías estaba recargado en la puerta del carro, con una gabardina negra abierta. La brisa le alborotaba el cabello, y en la oscuridad, su atractivo rostro mostraba una profunda sonrisa.
Con la mano izquierda sostenía el celular junto a su oreja, y con la derecha, saludaba en dirección a Belén.
Por el auricular, se escuchaba el murmullo del viento, junto con su voz, tan profunda y agradable como un violonchelo.
—¿Te gustaron mis regalos?
La mirada de Tobías se clavó en Belén. De pie en la noche, su figura era alta y esbelta.
Era increíblemente guapo, como salido de una pintura.
Belén admitió para sí misma que los regalos la habían conmovido.
Pero ya no era una niña; sabía que Tobías tenía un propósito.
Así que, fingiendo indiferencia, le dijo:
—Tobías, no tienes que hacer esto. Soy una persona sin ningún valor.
No provenía de una familia adinerada. Incluso si se acercaba a ella por Fabián, ella no significaba nada para él.
Dicho esto, colgó.
Abajo, Tobías no se fue. Se inclinó y encendió una caja de fuegos artificiales. En el instante en que explotaron en el cielo, a Belén le pareció ver que él se giraba y le sonreía.
Al mismo tiempo, la pantalla de su celular se iluminó. Era un mensaje de Tobías.
[Siempre lo haré.]
Los fuegos artificiales se apagaron rápidamente, y Belén cerró las cortinas.
No respondió al mensaje. En su lugar, tomó el celular y llamó a Fabián.


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Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: De Esposa Desechable a Cirujana Renacida
Faltan muchos capitulos y a los que hay les falta parte del texto. Asi es imposible. Te gastas dinero para leer u te toman el pelo....