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El Baile de Despedida del Cisne Cojo romance Capítulo 123

Estefanía se sentía pésimo. Con un gesto brusco, apartó la mano de Benicio y desvió la mirada.

—Si tienes algo que decir, dilo bien. No me toques, ya te lo he dicho: me das asco.

Esa frase hizo que el enojo brillara en los ojos de Benicio, pero en vez de regañarla, bajó la voz y se mostró más suave.

—Estefanía, yo sé que me amas. Lo que juré antes, no va a cambiar. Siempre vas a ser mi señora Téllez.

A Estefanía aquello le sonó raro, fuera de lugar, así que lo encaró.

—¿Y entonces?

Benicio titubeó, hasta que al fin habló.

—Por eso mismo… no la tomes contra Cris todo el tiempo. Esta vez…

Estefanía soltó una carcajada cortante. Así que de eso se trataba.

Por Cristina, Benicio era capaz de todo. Él, tan orgulloso y altivo, aguantando que ella lo insultara y ni así perdía la compostura.

En ese momento, el celular de Estefanía sonó dentro de su mochila. Al contestar, escuchó la voz de una mujer que se presentó como agente de la comisaría. Le pedían que fuera de inmediato.

—Está bien, llego en unos minutos —dijo Estefanía, colgando.

—Te llevo —saltó Benicio.

Estefanía lo pensó un momento y aceptó.

Benicio parecía querer decir algo más, pero se quedó callado. Ella lo ignoró, completamente segura de que terminaría hablando.

No se equivocó. Mientras él ponía las manos en el volante, volvió a llamarla, en voz baja:

—Estefanía.

—¿Qué pasa?

—Prométeme que no la vas a hacer quedar mal.

Estefanía soltó una sonrisa sarcástica.

—¡Si fue ella la que intentó matar a tu esposa! ¡No soy yo la que busca problemas!

Ah, cierto, eso con él no servía. Benicio estaba convencido de que su “angelito inocente” jamás haría daño a nadie. Todo era un malentendido según él.

—Ella…

Apenas empezó a hablar, Estefanía ya estaba harta.

—Ya, mejor no digas nada.

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