Benicio dejó escapar una mueca amarga.
—¿Acaso todavía no me detestas lo suficiente?
Estefanía guardó silencio.
Entre ellos, la relación ya se había vuelto como el aceite y el agua, imposible de mezclar, imposible de coexistir.
Benicio resopló, le envolvió el cuerpo con la toalla y la cargó en brazos, saliendo del baño. Caminó de regreso hasta la habitación y la acomodó en la cama.
La sentó al borde de la cama y él regresó al baño.
Elvira había cambiado las sábanas hacía poco, pero el cabello de Estefanía seguía empapado, goteando sobre la tela blanca.
Tenía que secarse el cabello antes de que todo se empapara.
—¡Elvira! —pensó en pedirle el secador, ya que estaba en el baño y no le apetecía toparse de nuevo con Benicio, así que quiso llamar a Elvira para que se lo acercara.
Pero apenas pronunció el nombre, él apareció, secador en mano.
—Te dije que Elvira no va a entrar más esta noche —advirtió, conectando el aparato.
Cuando el aire caliente le rozó el cabello, Estefanía se quedó unos segundos paralizada, sin saber a qué venía esa actitud. ¿Quería congraciarse con ella? ¿O era por Cristina?
El único sonido en la habitación era el del secador rugiendo, llenando el ambiente de una calma tensa. Ninguno de los dos tenía ganas de hablar.
Estefanía, porque ya no tenía fuerzas para discutir. Benicio, porque ambos sabían que cualquier palabra sería inútil.
A pesar de su torpeza, Benicio se esforzó por secarle el cabello. No tenía ninguna técnica: lo movía de un lado al otro, a ratos le jalaba el cabello y le provocaba punzadas, pero al final logró que quedara seco.
—¿Tienes una liga? —preguntó él.
Estefanía lo miró, incrédula. ¿Para qué quería una liga?
Benicio empezó a hurgar en el cajón, encontró una y, con gestos inseguros, recogió todo el cabello de Estefanía, atándolo en un moño desordenado sobre la cabeza.
El cuello, los hombros y parte de la espalda de Estefanía quedaron al descubierto.
Benicio la observó un momento, luego le tomó el brazo para que se viera a sí misma.
—Mira nada más, por andar con esas rehabilitaciones absurdas, ¿cómo terminaste así?
Sin darle oportunidad de responder, la giró para que pudiera verse la espalda en el espejo.
—¡Mira cómo te dejaste!
Estefanía recordaba perfectamente las caídas y golpes contra los aparatos durante el entrenamiento; tenía moretones en los brazos y la espalda.
Pero, ¿por qué él se tomaba tantas molestias?
Sin previo aviso, Benicio tiró de la toalla que aún la cubría.
Rápida como un rayo, Estefanía se aferró a la colcha y se tapó, mirándolo con rencor.
Benicio soltó un suspiro profundo.
—Tenemos que platicar con calma, Estefanía.
Ella meditó. Desde que Cristina apareció en sus vidas, siempre había sido ella la que mantenía la calma. El que se desbordaba era él, siempre por Cristina.
—Benicio, no sé qué más se puede hablar entre nosotros —respondió con frialdad—. Lo que tenía que decirte, ya lo dije.
Benicio metió la mano bajo la colcha, buscó la de Estefanía y la sostuvo.
—Estefanía, yo nunca quise esto. Desde un principio, desde que empezamos, mi intención era formar una familia de verdad contigo.
—¿De verdad? —se burló Estefanía—. ¿Desde el principio? ¿No fue que yo te chantajeé como una villana para que te casaras conmigo?
Benicio cerró los ojos, sin responder durante un buen rato.
—Señor Benicio, señor Benicio —Estefanía sonrió con desdén—. Suelte mi mano y tráigame un poco de alcohol, por favor.
Cuando Benicio volvió a abrir los ojos, se le notaban las venas rojas de cansancio.
Había estado corriendo de un lado a otro para sacar a Cristina del problema, eso sí era cierto.
Sin preguntar para qué lo quería, fue a buscar el alcohol y se lo entregó.
Estefanía se incorporó en la cama y empezó a rociarse alcohol en las manos, los brazos, las piernas, el abdomen y la espalda. Incluso se lo puso en el cabello, cubriendo cada parte que él había tocado.

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Baile de Despedida del Cisne Cojo
Es verdad sale muy caro liberar capitulos...
Muy bonita la novela me encanta pero pueden liberar mas capitulos yo compre capitulos pero liberar mas capitulos sale mas caro...
Muy bonita novela desde principio cada capítulo es un suspenso...