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El Baile de Despedida del Cisne Cojo romance Capítulo 210

Cristina: …

—Claro que puedes, Estefanía. Come todo lo que quieras, hay muchísimos platillos —dijo Cristina, señalando los otros platos sobre la mesa. Al fijarse bien, notó que Estefanía ya había probado cada uno, y además, no los había dejado nada presentables.

—¿Y ustedes por qué no comen? —preguntó Estefanía con una sonrisa.

—Sí… sí, comemos… —respondió Cristina, forzando una sonrisa.

Pero cuando trajeron el siguiente plato, Estefanía fue la primera en tomarlo de nuevo. Gregorio, que sabía que los erizos de mar eran el platillo favorito de Cristina, quiso servirle uno, pero Estefanía tomó el plato entero y lo jaló hacia sí.

—Estos me encantan. No pensarán peleármelos, ¿verdad?

Benicio solo pudo sentir cómo le empezaba a doler la cabeza. Le lanzó una mirada a Gregorio y le susurró:

—Mejor pide otra orden.

Pero justo en ese momento, el mesero se acercó y les avisó:

—Disculpen, los erizos de mar se agotaron, ya no hay más.

El restaurante acababa de abrir y el lugar estaba lleno a reventar…

Por supuesto, Estefanía no podía comerse todo eso. Probó un par de bocados y luego le pasó el plato a Benicio.

—Ya no puedo más, te lo dejo a ti.

Benicio: …

—¡Come! No lo vayas a desperdiciar, además solo hay unos cuantos —le insistió Estefanía.

Benicio miró los erizos que quedaban en el plato. La verdad, ya nadie más podía comerlos; Estefanía había comido justo el centro de cada uno, dejando apenas los restos.

—Esto no es sandía, no todo lo dulce está al centro. ¿Por qué te comes sólo la parte del medio de cada uno? —no pudo evitar soltarle.

Estefanía se limitó a decir:

—Porque me da la gana.

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