Benicio no dijo nada; agarró su ropa y se fue.
Agustín miró cómo se alejaba y sonrió a sus compañeros.
—¿Cómo creen? Nosotros… somos grandes amigos, uña y mugre.
Pero la mirada que le lanzó a la espalda de Benicio estaba cargada de un significado muy distinto.
***
Estefanía estuvo toda la mañana ensayando con el maestro de la especialidad, y por la tarde tenía que ir a la academia de danza. Como los domingos no abrían el comedor de la escuela, al mediodía se fue a comer a una fonda frente a la entrada.
En las canchas de básquetbol ya no había nadie; el partido había terminado hacía rato y todos se habían dispersado.
Estefanía pidió un plato de espagueti en el lugar de siempre. Apenas se lo sirvieron, alguien se sentó frente a ella.
—Jefe, deme un espagueti a mí también.
Era Benicio.
Estefanía acababa de probar un bocado y casi se ahoga. Levantó la vista y vio que Benicio la observaba fijamente. Sus miradas chocaron y él no la esquivó; al contrario, la sostuvo con intensidad.
Ella mantuvo la calma y siguió comiendo con la cabeza gacha.
Al final, fue él quien no aguantó más.
—Estefanía —la llamó.
—¿Mande?
Él la miró fijamente. Ella parecía no sentir nada, seguía comiendo su pasta, aunque en su frente ya se notaban unas gotitas de sudor.
—Cambiaste —dijo él.
Estefanía hizo una pausa, levantó la cara y sonrió levemente.
—Cada persona tiene ideas diferentes en distintas etapas de la vida, ¿no es normal?

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Baile de Despedida del Cisne Cojo
Es verdad sale muy caro liberar capitulos...
Muy bonita la novela me encanta pero pueden liberar mas capitulos yo compre capitulos pero liberar mas capitulos sale mas caro...
Muy bonita novela desde principio cada capítulo es un suspenso...