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Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 301

Sofía, desconcertada, creyó haber escuchado mal.

—¿Cómo?

Alejandro repitió:

—Sé mi novia.

Ella quedó atónita. Esta vez lo entendió. Su primera reacción fue la sorpresa. ¿Acaso, él siempre quiso eso? Era como si, por haberla ayudado, quisiera que ella le pagara con su cariño. O sea, parecía un chantaje disfrazado de gratitud.

En realidad, la Sofía de ese momento tenía dinero, una carrera y un futuro lleno de posibilidades. Solo había tropezado con un mal hombre en el camino, nada más. Su mundo era tan amplio como montañas, ríos, lagos y estrellas; no existía nada, ni nadie que valiera la pena para que se sacrificara de nuevo.

En segundo lugar, no pudo evitar pensar: si de verdad estuviera con Alejandro, ¿cómo reaccionarían sus amigos? Especialmente Camilo, siempre dado a hablar de más. Sebastián seguro armaría un escándalo; y ni hablar de toda la familia Villareal… sin contar con los problemáticos Montoya en Nueva Castilla, a quienes ni siquiera conocía.

—Señor Montoya, ¿lo dices en serio? —preguntó en un tono amable, preparada para, según lo que él contestara, reírse y cambiar de tema con un “¿no estarás bromeando?”.

Alejandro la observaba atentamente. En su mirada solo encontró sorpresa y desconcierto, nada más. Quizá ella era así, una mujer reservada, que no sentía mucho ni mostraba lo poco que sentía. Pero él había visto cómo de cariñosa era con Diego. Aunque fingiera indiferencia, toda su atención estaba puesta en ese hombre.

Sofía decía que no volvería atrás. Alejandro, por más que lo intentara, no podía creerlo. Y, aunque no supiera si Diego, acostumbrado desde niños a compararse con él, sentía celos, lo que sí sabía con certeza era que él mismo estaba profundamente celoso de Diego.

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