El Valiente Renacer de una Madre Soltera romance Capítulo 69

Al abrir la puerta, Sofía se encontró con Joel, quien tenía el mismo aspecto agotado que ella.

Él forzó una sonrisa.

—Tengo que ir a la oficina. Hoy quizá me tarde más de lo normal, pero si pasa algo, llámame.

Joel agitó el celular en el aire, intentando aparentar ligereza.

El corazón de Sofía se llenó de culpa, pero la sonrisa brillante de Joel la hizo tragarse las palabras que quería decir. Solo pudo asentir con fuerza, como si así pudiera darle las gracias.

Cuando Joel se fue, Sofía salió de la habitación en puntillas y se detuvo junto al sillón de la sala.

Allí estaba el acuerdo de divorcio que había llevado ayer a Grupo Cárdenas, sin lograr ningún resultado.

Le habían dicho que Santiago no estaba en la oficina, pero al poco rato, Joel fue llamado de vuelta y le entregaron a la fuerza un documento de incumplimiento.

Sofía apretó el papel con la mano, sintiendo la tensión recorrerle los dedos.

Santiago, ¿qué tienes en mente?, pensó, frustrada.

...

En el piso más alto de Grupo Cárdenas.

Santiago hojeaba los documentos con desinterés, sus ojos oscuros apenas se levantaron, entre perezosos y calculadores.

—Presidente Cárdenas, el licenciado Castro sigue siendo uno de los abogados estrella de nuestra firma, junto con Isidora... —dijo Jaime con cautela, observando el semblante de Santiago mientras transmitía la opinión de los accionistas.

Santiago dejó escapar una risa sarcástica, lanzándole una mirada filosa.

—¿Qué pasa? ¿Sin Joel el Grupo Cárdenas se viene abajo?

A Jaime se le erizó la piel y negó con la cabeza de inmediato.

Perder al licenciado Castro no era nada, pero podía ver que el presidente Cárdenas estaba intentando recuperar a su esposa. Aunque ese método... ¿de verdad era el correcto?

Bajó la cabeza y guardó silencio, como si no existiera.

El plan de Santiago se le vino a la mente y un escalofrío le recorrió la espalda.

El licenciado Castro había dado refugio a la esposa del jefe; obvio que lo tenía furioso.

Era un abogado joven y prometedor, pero ahora, su carrera podía terminar antes de despegar.

Por Sofía, el presidente Cárdenas estaba dispuesto a destruir todo a su paso.

—Presidente Cárdenas, el licenciado Castro ha llegado.

La puerta de la oficina fue golpeada y una asistente asomó la cabeza, nerviosa.

Santiago apoyó el codo en el escritorio, una sombra de impaciencia en los ojos.

Dibujó una curva sin emoción en sus labios.

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