Nos marchamos hasta la joyería donde ya lo esperan con champaña y una habitación exclusiva que bien podría tomarse como caja fuerte. Ya que, para entrar, necesitan el acceso de dos personas con sus respectivas tarjetas.
Allí, sentada en un sofá tan fino como el lugar en sí, miramos las fotografías de los anillos más costosos de la joyería. En el lugar, selecciono con Harding, los mejores anillos que el encargado del lugar, fue a buscar con varios escoltas, mientras Harding analiza si dichos modelos están a la altura de la prometida.
— ¿Va a gustarle? Porque creo que no tiene suficiente diamantes. — comenta Harding.
— Eso en parte es bueno, si alguien sabe de anillos, podría hacerle daño a ella por robarle — murmuro y Harding sonríe.
— Jamás se atreverían a hacerle daño. Además de tener guardaespaldas en todo momento, nadie en el país se atrevería a dañar algo que es preciado para mí — dice serio y yo asiento.
— Que tonta he sido. Se me olvidaba, quien es mi cuñado y como es intocable.
— Después de esto, sería bueno que me ayudaras con los demás preparativos de la boda.
— ¿Cuándo será la boda?
— En una semana — dice y yo casi me atragantó con mi saliva.
— ¿Qué has dicho?
— En una semana.
— ¿Por qué tan pronto?
— Eso mismo dijo Marisa. Pero, ¿para que alargar algo que ambos deseamos? Hay gente que se encargará de todo. Por lo que, ¿para que voy a esperar tanto tiempo?
Una semana y ya no volverás a tener la oportunidad de tenerlo conmigo — digo mentalmente.
¿Alguna vez tuviste una oportunidad? No seas ilusa, Miley, aunque no se casara, es un imposible para ti. — me responde mi mente y yo suspiro decepcionada al saber que es verdad.
— Si ya tienes gente, ¿por qué me pides ayuda?
— Para que escojas en representación de Marisa. Ella está agotada. Así que, podrías hacer las cosas aburridas, pensando en sus gustos y así, ella tendrá su boda soñada en manos de una increíble experta, sin ir a aburridas reuniones.
— Pero, tú si vas a ir a esas reuniones.
— Claro que sí, es mi boda, quiero ser parte de cada decisión que se tome — responde orgulloso y yo deseo golpearme la cabeza por cuan idiota puede ser una persona enamorada.
¿Para que mirarlo a él, si yo soy así de idiota? Aun me estoy muriendo por él, cuando para él, solo soy el reemplazo de mi hermana. Ese que hace todo lo que a ella le desagrada.
— No creo que le agraden mis decisiones.
— Dijo que quiere una boda parecida a su cumpleaños número quince. Quiere todo decorado en azul claro y blanco. Las flores, del mismo color y el ramo, con un lazo que lleve un encaje igual al vestido de novia en el video de….
— Demi Lovato en su canción de tell me you love me.
— Exactamente. ¿Lo ves? Sabes sus gustos, así que, podrías escoger su vestido de novia y ella lo amaría. — dice Harding mientras yo siento que la punzada de dolor en mi pecho, me esta haciendo sangrar sin que él lo note.
Ha escogido las cosas de mi boda soñada. Así como lo hizo con su fiesta de quince años y todo lo que me importa.
— ¿Crees que a Marisa le agrade esta idea?
— Ella dijo que no había problema con eso. Incluso, ella me convenció de hacer esto y que eso no iba a ser mal augurio para nuestra boda.
>> Después de todo, no eres una mujer que me llame la atención para cambiarla por ti y tú no estas enamorada de tu cuñado para suplicar que me vaya contigo, en los preparativos de mi boda con tu hermana.
— Tienes razón, es imposible que tú me veas como una mujer.
— Eres una mujer, Marly.
— Pero no desde esa perspectiva, así que, no hay peligro alguno. — respondo tratando mi dolor.
— Bueno, creo que si voy a ayudarte, solo podría hacerlo hoy. Mañana debo trabajar y no quiero retrasar las grabaciones de la serie. — comento y él me sonríe para después mirarme fijamente.
— ¿No lo has entendido? No te lo estoy preguntando Maleja.
Respiro profundo varias veces y lo enfrento.
— Se supone que estoy haciendo un favor. Pero, estoy sintiendo que me estas amenazando. Sin comentar que aún hablándome con amabilidad, sigues sin pedirme el favor a mí. Ya que, yo no me llamo ni Maleja, ni María, ni nada que se le parezca.
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