Entrar Via

Florecer en Cenizas romance Capítulo 343

A partir de ahora, él ya no le debía nada al abuelo, ni tendría que mostrarle ni una pizca de compasión a Sergio después de su muerte.

Todo esto, lo había provocado el propio abuelo.

Gastón miró a Agustín con una expresión llena de significado, sintiendo lástima por él. Al entrar a la habitación, vio cómo Sergio, completamente alterado, se acercaba a la cama dispuesto a arrancarle la mascarilla de oxígeno al abuelo.

—¡Papá, dile al abogado ya! ¡Haz el testamento! ¿No que ibas a dejarme toda la herencia?

Gastón soltó una risa sarcástica al ver a Sergio. Le costaba creer que ese tipo tan torpe compartiera su misma sangre.

El abuelo miró a Sergio con una mezcla de emociones, para luego fijar la vista hacia la puerta.

Quizá... también estaba esperando la llegada de Agustín.

Después de todo, era su nieto de sangre, el que había criado durante tantos años.

—César, por favor, no pierdas la cabeza —Roberto le apretó la mano al abuelo, resignado.

El abuelo no apartaba los ojos de la puerta. No importaba cuánto Sergio insistiera y presionara, él seguía sin reaccionar.

—Agustín... —su voz apenas se escuchaba, áspera y débil.

En sus últimos momentos, seguía llamando a Agustín.

Roberto alcanzó a escuchar su voz y, desesperado, miró al mayordomo.

—¡Rápido, llama a Agustín!

—Agustín ya está aquí, está afuera —intentó calmarlo Roberto.

Pero aunque el mayordomo salió, Agustín no entró.

Él estaba justo ahí, al otro lado de la puerta.

Al abuelo se le escaparon unas lágrimas por la comisura de los ojos. Sabía bien que Agustín lo culpaba, que lo odiaba...

Y todo era culpa suya.

—Papá, por favor, ¿a estas alturas aún quieres verlo a él? —Sergio no podía ocultar su urgencia—. ¡Haz el testamento de una vez y déjame toda la herencia!

Roberto, el mayordomo y los demás lo miraban con rabia. A los ojos de todos, Sergio solo pensaba en la herencia, sin un gramo de cariño por su propio padre.

Pero el abuelo seguía mirando hacia la puerta.

Quizá solo quería que Agustín entrara a verlo por última vez.

—El testamento... —la voz del abuelo era casi un susurro, cada palabra salía como si le costara la vida.

Sergio se volvió hacia el abogado, visiblemente emocionado.

Verify captcha to read the content.VERIFYCAPTCHA_LABEL

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Florecer en Cenizas