Florecer en Cenizas romance Capítulo 351

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Héctor guardó silencio esta vez, algo nada típico en él.

—Este tipo... a veces actúa por impulso, otras parece calculador. Es imposible descifrarlo —aventó Facundo, rompiendo el silencio.

—Justo porque es impredecible, queda aún más claro que Héctor no actúa solo. Lo calculador viene de alguien que le aconseja, lo impulsivo es su verdadera naturaleza —soltó Agustín, con una risa cargada de desdén.

Que Héctor no se haya lanzado sin pensar como siempre, sólo podía significar que alguien poderoso le estaba dando indicaciones desde las sombras.

—Un tipo como Héctor, hijo fuera de matrimonio, que haya llegado tan lejos... pensar que no tiene a alguien fuerte detrás es absurdo —comentó Facundo, fijando la mirada en Agustín—. Tú tampoco has movido ficha contra Héctor, ¿estás esperando descubrir quién lo manipula?

Agustín asintió.

Aquel sujeto no solo utilizó a Héctor para atacar a la familia Barrera y acabar con los padres biológicos de Fabiola, sino que también tenía relación directa con la locura y muerte de su mamá...

¿Quién podía manipular desde las sombras a los dos clanes más poderosos de Ciudad de la Luna Creciente? ¿Quién era capaz de engañar incluso al viejo hasta su lecho de muerte, sin que jamás lo sospechara?

—Ese sujeto no es cualquier cosa. Sacarlo a la luz va a ser complicado —suspiró Facundo.

Complicado o no, tenía que lograrlo.

Si no, Fabiola jamás estaría a salvo.

Mientras ella siguiera siendo la heredera de la familia Barrera, ese enemigo oculto no la dejaría en paz.

—Pero por ahora, el que más peligro corre eres tú. Ya no tienes el control real del Grupo Lucero, pero sigues cargando con una fortuna enorme. Me preocupa que haya quienes quieran cazarte como si fueras su presa —advirtió Facundo, mirando a Agustín con preocupación.

—Que se animen, los espero —reviró Agustín, con una sonrisa que helaba la sangre.

—Fabiola está embarazada, deberías cuidarte. Si algo te pasa, ella se preocuparía mucho —comentó Facundo, temiendo que en una situación desesperada, los enemigos de Agustín intentaran matarlo.

En efecto, si Agustín caía, todo el patrimonio iría a parar a Fabiola. Y enfrentar a Fabiola sería mucho más sencillo; nadie la tomaría en serio.

Agustín volvió a asentir.