Jefe Irresistible: Rendida a su Pasión (de Maria Anita) romance Capítulo 100

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— Hola, Mel, Heitor me llamó. ¿Sabes para qué? —le pregunté a mi amiga cuando entré a su oficina al final del día.

— No sé, Cat. Ni sabía que te había llamado. Voy a avisarle que estás aquí. —Melissa se levantó y entró a la oficina del jefe, luego regresó y me hizo señas para que entrara.

— ¡Catarina! —Heitor me saludó con una enorme sonrisa—. Primero déjame decirte que estoy muy feliz de que tú y mi amigo finalmente se hayan reconciliado.

— Gracias, Heitor. Espero que tu amigo no vuelva a hacerme travesuras —dije sonriendo.

— Si él se porta mal, sabes que estoy aquí para ayudarte a patearle el trasero —afirmó Heitor con convicción.

— ¡Ah, claro! De la misma manera que hiciste esta vez, vigilándonos y contándole todo a él —Melissa se burló de él.

— Ay, Mel, tampoco puedo maltratarlo demasiado, es mi amigo —Heitor habló como un adolescente, haciéndonos reír—. Pero siempre cuentas conmigo, Catarina.

— Gracias, Heitor, es bueno saberlo —fui sincera, pues Heitor realmente me había ayudado mucho dándome empleo y apoyándome cuando peleé con Alessandro.

— Dicho esto, lo segundo que tengo que decir es que estoy muy contento con tu trabajo. Eres una excelente empleada, te adaptaste muy rápido y eres muy inteligente y competente. Mauricio me dijo que has sido muy buena con los clientes. Contratarte fue muy ventajoso para mí —Heitor me elogiaba, pero yo sentía que venía un pero.

— Gracias, Heitor. ¿Pero qué estás tratando de decirme? —Ya estaba comenzando a ponerme ansiosa.

— Catarina, sé que el puesto que te ofrecí no tiene nada que ver con tu formación profesional, aunque hagas el trabajo muy bien. Y también sé que ser asesora de Alessandro es una posición excelente y yo no puedo ofrecerte algo así —Heitor siguió hablando y yo ya imaginaba adónde iba esto—. Alessandro quiere que vuelvas a trabajar con él. Como tu amigo, tengo que decirte que es un empleo mucho mejor, en tu área, con un muy buen salario y con muchas posibilidades. Ser su asesora es un cargo de prestigio y respeto.

— Lo sé, Heitor. Pero realmente me gusta mucho trabajar aquí —dije con sinceridad.

— Y no voy a despedirte, porque a nosotros también nos gusta mucho tenerte aquí. Pero quiero dejarte en libertad para tomar la decisión. No me debes nada. Si quieres volver con Mellendez, lo entiendo y te liberaré inmediatamente, no me estarás dejando en apuros. Creo que profesionalmente es lo mejor para ti —Heitor estaba siendo muy franco y yo sabía que tenía razón—. Sin embargo, quiero que sepas que si quieres seguir con nosotros, será un placer seguir siendo tu jefe. Pero quiero que pienses muy bien en la decisión que tienes que tomar.

— Vaya, Heitor, no esperaba esto. Te agradezco mucho tu sinceridad y tu apoyo. Realmente me diste un enorme respaldo cuando me ofreciste este trabajo y jamás sería ingrata. Sé que el puesto con Mellendez es mejor profesionalmente, pero no sé si quiero volver —dije dejando clara mi gratitud y mi duda.