Las empleadas se giraron para mirar a Ivana con asombro.
«Sin dudas que es malcriada, pero ¿esto no es demasiado? Es un crimen, por el amor de dios. Pobre, señorita Morales».
Contrario a sus expectativas, en vez de morder a Ariadna como le ordenó Ivana, Magnus se dio vuelta hacia Ivana y la miró de forma peligrosa.
-Magnus, tú... -Ivana se fue quedando callada, sorprendida por su comportamiento.
Por otro lado, Ariadna se agachó para darle de comer al pitbull y esperó a que terminara. Cuando lo hizo, lo acarició, antes de ordenarle:
-¡Ve!
Magnus ladró en respuesta, y comenzó a correr hacia Ivana, no para regresar con ella sino para morderla. Al darse cuenta de las intenciones del perro, el rostro de Ivana empalideció, se dio vuelta y se echó a correr lo más rápido que pudo. Magnus la persiguió mientras ladraba de forma feroz como si quisiera destrozarla.
El giro de eventos sorprendió tanto a los empleados que se olvidaron de cómo reaccionar incluso cuando Ivana gritaba pidiendo ayuda.
En ese momento, Cintia corrió de forma apresurada para ver lo que sucedía. Una de las empleadas temió que la situación entre Ivana y Ariadna se saliera de control, así que fue a buscar a Cintia. Sin embargo, cuando salieron, ver a Magnus perseguir a Ivana, les resultó confuso, ya que sabían que Magnus siempre había obedecido a la mujer.
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