La Genio Anónima: Mi Esposo Firmó el Divorcio Sin Saber Quién Soy romance Capítulo 177

La sala de datos segura era un útero de hormigón y acero en las entrañas del Consorcio Alcázar.

El aire era frío, reciclado, y olía a ozono. El único sonido era el zumbido constante de los servidores, un coro monótono de información procesada.

Un joven técnico, con el rostro pálido y nervioso, evitaba la mirada de Alejandro.

—El sistema de archivos históricos está cargado, señor —dijo en voz baja—. Tiene acceso a todos los documentos desde la fundación de la filial tecnológica.

El técnico se retiró, cerrando la pesada puerta de acero detrás de él, dejando a Alejandro solo en la cripta de su pasado.

Se sentó frente a la terminal principal. La pantalla brillaba en la penumbra, una ventana a un tiempo que había enterrado deliberadamente.

Comenzó a abrir los archivos antiguos, de hacía siete, ocho años.

Las primeras actas de las reuniones preliminares. Vio nombres familiares, directores, gerentes.

Y luego, lo vio.

Un nombre que no esperaba encontrar allí.

Camila Elizalde.

Estaba listada como "consultora técnica externa".

Su corazón dio un vuelco sordo. Siguió leyendo.

Encontró la propuesta de negocio original para la creación de una filial de alta tecnología, lo que eventualmente se convertiría en Zenith Dynamics.

El cuerpo principal del documento era un análisis de mercado estándar, lleno de la jerga corporativa que él conocía tan bien.

Pero al final, había un anexo.

Un anexo técnico de treinta páginas.

Era denso, complejo, brillante.

Describía una arquitectura de software neuronal, un modelo de aprendizaje profundo, una visión para el futuro de la logística predictiva que era, incluso ahora, revolucionaria.

Alejandro lo leyó, y una sensación de vértigo se apoderó de él. Las ideas, los conceptos... eran la semilla de todo lo que Axon AI había construido.