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Maldito hermanastro romance Capítulo 2

2

Giré el picaporte, pero chillé de dolor al sentir la mano ruda y fuerte de Aarón rodear mi muñeca nuevamente para alejarme de la salida.

—Borra el video.

Habló sin mirarme.

—¿Por qué los ayudaría?

Me burlé sin más, ¿Qué clase de bastardo era este hombre para creer que moveré un dedo para intervenir por él?

—Porque puedes hacerlo…

Retrocedí negando—Tú la metiste… Tú sácala…—Mis ojos se fijaron sobre su entre pierna, —además, ¿Quién hace esto el primer día de clases? Sabrá Dios de que pocilga te sacó mi pap…

Sentí como mi cabello golpeó con fuerza contra mi cara, mi espalda estaba pegada a la pared mientras que las piernas del pelinegro separaron las mías—Vas a borrar ese maldito video, ¿sabes por qué?—Su mano derecha sujetó mi mentón haciéndome retorcer de dolor—Porque a partir de ahora seré tu sombra, a partir de ahora…—Aarón mostró los dientes en un intento de sonrisa siniestra—Pronto lo sabrás y sí, sí, señorita, fue tu papá quien me trajo aquí así que si no quieres que la reputación de tu adorado y estúpido padre se vea tachada por sus malas acciones, elimina la grabación, espera… —Me soltó—¿Es que acaso te gustó como follo y te quieres tocar pensando en mí?

Lo empujé lejos de mí.

—¡Maldito psicópata!

—¿Es eso, niñita?

La mujer con quien estuvo manteniendo relaciones sexuales en lugares indebidos salió del salón vuelta un manojo de nervios y sin decir nada más.

—¡Estás loco! Y quiero que sepas que si elimino la grabación es por mi padre, no por ti. Mi familia ha pasado años construyendo esta universidad para que venga un moja bragas como tú a dañarla con sus acciones inmorales.

—¿Acciones inmorales? ¿El sexo es tan malo para ti? —Su mano tocó mi cabello y brinqué—¿Eres virgen?

El pelinegro sacó del bolsillo de su chamarra una cajetilla de cigarrillo, tomó uno y lo prendió sin ningún tipo de remordimiento a pesar del lugar en donde se encontraba. Aarón caló el humo que soltó sobre mi rostro haciendo que retrocediera al inhalar aquella sustancia venenosa.

—¡¿Qué te importa mi vida sexual?!

Negó llevando la comisura de su labio a un lado—Nada, eres demasiado aburrida, estoy seguro que eres el tipo de tías que le llama “hacer el amor ” a follar, ¿No?

—¡No me conoces!—Grité enojada.

—No, no te conozco—Volvió a inhalar el humo del cigarrillo que se aferraba entre sus dedos—Pero estoy cien por ciento seguro que ahora mismo tus bragas son de color rosado…—Abrí los ojos—¡Bingo!—La voz del hombre con acento español se oía áspera y masculina—Entonces, espero que de ahora en adelante nos llevemos bien, ¿somos amigos ahora?—lo miré mal—Ahora follar es nuestro secreto, ¿Cierto?

Lo empujé para salir disparada del salón de clases, ¿Qué carajos acaba de pasar? ¿Quién era este tipo que ha llegado a la universidad Western como si fuese el dueño de todo? Pero, sobre todo, ¿Por qué mi corazón está latiendo con demasiada fuerza?

Luego del incidente con el moja bragas fue muy fácil para mí borrar todas las evidencias de su momento caliente con la porrista del equipo de fútbol de la universidad, Kitty se enojó conmigo por haberme perdido casi una hora de nuestra celebración por mi cumpleaños y le prometí que en mi fiesta nos desquitaríamos todo lo que no hicimos esta mañana.

Mi Nana me ayuda a subir la cremallera de mi vestido ceñido al cuerpo de color rojo, me observo en el espejo dentro de mi enorme closet y no puedo evitar sonreír al ver que soy igual que mamá; mis ojos buscan el marco con su foto que reposa sobre mi nochero y lo abrazo porque hoy más que nunca me hace falta.

—¿Estás orgullosa de mí, mami? Tu hija tiene excelentes calificaciones y ya se ha convertido en una mujer, quizás en un par de años logre casarme con un buen hombre, así como papá, ¿Sabes? Desde hace dieciséis años te guarda luto y sé que Harold solo tendrá ojos para ti por el resto de sus días, espero también encontrar a alguien que me quiera de esa manera…

Respiré hondo para no llorar ya que podría terminar arruinando mi maquillaje, llegar al club donde celebraría mis veintiún años no me llevó mucho tiempo, los guardias de mi padre junto a su secretario me informaron que ya había llegado a la ciudad, así que intenté relajarme lo más que pudiera y hacer de esta noche, mi noche.

Paul junto a los demás chicos me hicieron reír mucho, la música resonaba sobre las paredes del lugar entre tanto mi fiesta prometía ser la mejor de toda la universidad y no era para menos, Romina Western debía siempre sobresalir entre todas las personas.

—Aquel chico te está mirando mucho.

Vociferó Kitty señalando con cautela a un tipo alto de ojos color miel y piel aceitunada.

—No estoy lista para salir con nadie, ya te lo he dicho.

Susurré sobre su oído por culpa de la música.

—¿Es por él?

Preguntó y detuve los movimientos de mi cuerpo.

—¿Qué tiene que ver?

—Hugo ya no está aquí, debes dejar ir ese amor que desde el primer día no te convino.

Me alejé de Kitty con cara amarga aun sabiendo que ella tenía la razón, ¿Y qué podía hacer? Hace un año había terminado con el único hombre en este planeta que me hacía sentir las emociones que más nadie lograba haberme sentir.

Pero como todas las historias de amor, la nuestra había terminado, pero mal, muy mal.

Capítulo 2 Borra el video 1

Capítulo 2 Borra el video 2

—Tampoco quería venir, pero mi nuevo padrastro, me obligó, me dijo que debía ser un buen hermano mayor y esas cosas estúpidas… Creo que debo proteger las bragas de su hija.

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