¡Por favor, sé mi pareja! romance Capítulo 104

El cuerpo de Riven comenzó a brillar en un tono púrpura.

“¡¿Qué m*erda está pasando?!”.

El brillo desapareció tan pronto como llegó y Riven ya no sentía más dolor.

Punto de vista de Riven

Estaba mareada y no me sentía como yo misma. Quise mover mis extremidades o que hicieran algo, pero se sentían pesadas. Intenté pensar en qué había pasado, pero todo lo que podía recordar era que estábamos en el coche y mi cuerpo comenzó a arder mientras gritaba de dolor. Ese dolor fue cien veces peor que la última vez. Me levanté y me arrepentí al instante. Mi cabeza me zumbaba con un dolor palpitante, así que coloqué mi mano sobre ella para tratar de detener el mareo. Gemí, cerré los ojos y parpadeé para abrirlos de nuevo. Esta vez, tuve más éxito. Entrecerré los ojos al ver la brillante luz del sol que se filtraba a través de una ventana abierta. Miré a mi alrededor y noté que estaba de regreso en la cabaña.

“M*erda, ¿qué pasó?”.

Temía haber lastimado a alguien esta vez.

“¡J*der! ¿Por qué mi vida tiene que ser tan miserable?”.

De pronto, la puerta se abrió y Wendy entró con un plato de sopa.

“Hola, ¿cómo te sientes?”.

“Mejor, pero me duele la cabeza”.

“No te preocupes, estarás bien. Toma, te traje sopa”.

Fruncí el ceño al ver el plato.

“Oye, no pongas esa cara, te hará sentir mejor”.

“Vale”.

Terminé la sopa lo antes posible porque sabía asquerosa.

“¿Y… qué pasó?”.

“No mucho, obtuviste todo tu poder. Creo que tu lado de demonio está listo para patear traseros”.

Me reí de su comentario.

“Ya hablando en serio, ¿lastimé a alguien?”.

Llegué casi de noche. Estaban en una pequeña cabaña y podía escuchar las débiles voces que venían del interior. La esperé entre las sombras solo para poder verla. La echaba mucho de menos, quería abrazarla muy fuerte para que nunca pueda escapar de mi lado.

Miré la puerta, tratando de reunir el coraje para abrirla. Estaba muriendo por dentro, mi necesidad de verla estaba superando a mi razón, pero también sabía que ella ya no confiaba en mí. Debía encontrar una manera de convencerla de que no la había engañado.

De repente, la puerta se abrió y salió mi hermosa compañera con un bolso en las manos. Escondí mi olor y la seguí.

No tardó en transformarse y me sentí afortunado de ver a la loba más única y hermosa. Los miembros de mi manada me habían dicho que la loba de mi compañera era diferente, pero no había tenido la oportunidad de verla yo mismo. No obstante, ahora que la había presenciado, quería ver más de ella.

Era un idiota por no haberme dado cuenta antes de lo importante que era, pero, ahora que lo tenía en cuenta, haría cualquier cosa para demostrarle que la cuidaría como debía hacerlo un compañero.

Sin previo aviso, comenzó a correr. ¡M*erda! Era muy veloz y me costó alcanzarla, pero, como yo era un Alfa, podía correr muy rápido. Cuando la alcancé, estaba descansando cerca de un río. Su pelaje lucía hermoso bajo la luz de la luna y quería rozarlo con mi hocico, pero tendría que esperar para poder hacerlo. Primero necesitaba ganarme su corazón.

¡Madre mía! ¿Cómo alguien podía ser tan perfecta?

De pronto, su cuerpo se tensó como si hubiera sentido peligro, pero se quedó inmóvil.

Recordé que no había escondido mi aroma después de correr. ¿Debía acercarme? ¿Debía decirle que no la había engañado? Sin embargo, no tenía ninguna prueba. Me preguntaba si debía ir con ella o esperar, pero, después de una larga batalla interna, decidí que le diría todo una vez que tuviera pruebas de que era inocente.