Resumo do capítulo Capítulo 106 de ¡Por favor, sé mi pareja!
Neste capítulo de destaque do romance Hombre lobo ¡Por favor, sé mi pareja!, Internet apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.
Punto de vista de Riven
Si las miradas pudieran matar, Cole ya estaría dos metros bajo tierra, pero era bueno que no se dejara intimidar. Habíamos venido lo antes posible para la supuesta reunión que mi compañero había pedido conmigo.
Sin embargo, desde el momento en que entramos, el pobre de Cole había recibido demasiadas miradas asesinas del Alfa Zaden.
Me aclaré la garganta y pregunté para ir al grano. “¿Vinimos para participar en un concurso de miradas o para hablar sobre el tema en cuestión?”.
Zaden asintió. “Antes de explicarte lo que pasó, quiero saber qué viste el día que te fuiste”.
“¿Te golpeaste la cabeza? ¿Ya no lo recuerdas?”.
“No recuerdo que haya pasado lo que dijiste, por eso es importante que me expliques lo que viste”.
“Vale. Esa noche, te vi teniendo s*xo con otra mujer en tu habitación y, al día siguiente, ella estaba coqueteando contigo en la mesa a la hora del desayuno frente a toda la manada”, respondí enojada por tener que repetirle la misma historia cuando debería estar en camino a reunirme con la manada de mi padre.
“¿Y si lo que viste no fue real?”.
“¿Disculpa? Es imposible. Lorcan y Emma también estaban ahí. Esa mujer coqueteó contigo frente a mí, tu beta y toda tu manada. ¿Me estás diciendo que lo imaginé? ¿Tratas de decir que estoy loca?”. Me burlé de esta idea.
“No, no es a lo que me refiero. Lo que trató de decir es que yo no fui a quién viste esa noche porque ni siquiera estaba en nuestro territorio en ese momento”.
“Tiene razón. El Alfa de la manada vecina convocó una reunión de emergencia. Nuestro Alfa regresó después de cinco o seis días”, añadió Lorcan.
“Pero ¿cómo es posible? ¡También lo vi al día siguiente en la mesa a la hora del desayuno!”, exclamé.
“Te estamos diciendo que no es posible, él ni siquiera estaba aquí. Ni siquiera desayunamos juntos al día siguiente, Riven. ¿De qué estás hablando?”, dijo Lorcan.
“¡Y yo… os… digo… que no… estoy… loca! Sé lo que vi, estaban coqueteando frente a todos. Emma, tú también estabas ahí, díselo”.
Después de un momento en silencio, comenzó a hablar. “Lo siento, Riven, pero no recuerdo haber visto algo así”.
“Pe-pero ¿cómo…?”. Me quedé atónita.
“¿Quién fue la última persona que viste antes de irte? ¿Puedes recordar todo lo que pasó esa noche y decirnos si viste algo extraño?”, preguntó Zaden.
“Bueno, para empezar, me arrinconaste en la biblioteca, pero me dejaste sola de repente. Después, fui a nuestra… tu habitación, pero la puerta estaba cerrada, así que me quedé en la habitación de invitados más cercana. Entonces sentí…”.
Respiré hondo para tranquilizarme y continué.
“Entonces sentí un profundo dolor en mi corazón y alrededor de mi marca. Todo empeoró cuando comencé a sentir que mi cuerpo ardía. Pensé que era porque no estábamos juntos, así que me arrastré a tu habitación. Cuando llegué, escuché algunos ruidos dentro y me asomé por la puerta. Fue en ese momento que te vi teniendo s*xo con otra mujer. Entonces, llegué a la conclusión de que estaba sufriendo porque me estabas engañando. Cuando no pude soportarlo más, tomé una pequeña dosis de acónito para adormecer mi cuerpo y ya no sentir dolor”.
“Te aseguro que no era yo. Sí fui yo el que te acorraló en la biblioteca y me fui porque recibí un mensaje mental sobre la reunión, pero dejé nuestro territorio esa misma noche”, respondió.
Ignoré sus palabras y seguí hablando.
“Al día siguiente, os vi sentados juntos en la mesa. Ambos me ignoraron mientras esa loba coqueteaba contigo. Cuando ya no pude seguir aguantándolo, me despedí de Emma y me fui”.
“Riven, estaba enojada contigo porque no te despediste de mí. Sabía que no eras feliz con el Alfa y que algún día podrías dejarlo, pero nunca me dijiste que te irías. Además, no recuerdo haberlo visto coqueteando con otra mujer”, dijo Emma.
“Entonces, ¿qué fue lo que…? ¿Qué? No entiendo”. Me recompuse y volví a preguntar. “¿Y cuál es vuestra teoría sobre lo que pasó?”.
“Creemos que alguien creó una ilusión para separarnos”, respondió Zaden.
“Por favor, con vuestro permiso, me gustaría conversar con ella en privado”, Zaden les pidió a mis amigos. Esto también me dejó estupefacta porque él nunca le pediría permiso a nadie.
Además, no estaba lista para hablar con él. Me sentía muy avergonzada. Nunca debí haber actuado por impulso, debí haberle dado una oportunidad, pero supuse que no era solo mi culpa.
Yo había actuado demasiado rápido sin siquiera tratar de entender la situación y Zaden nunca me había dado motivos para confiar en él por completo.
Todos salieron del estudio uno por uno y nos dejaron a solas.
Zaden se puso de pie sin decir nada y caminó hacia su escritorio. Luego abrió un cajón y sacó unos documentos. Fruncí el ceño confundida y se formaron unas arrugas de preocupación en mi frente.
Mientras caminaba hacia mí, dijo con una expresión suave: “No te preocupes, Riven, esta vez no te obligaré a quedarte”. Bajó la cabeza para mirarme a los ojos. “Pero tú y yo sabemos que es más seguro aquí, por eso esas personas querían separarnos. Quiero pedirte que te quedes”.
Lo miré con los ojos entrecerrados.
¿De verdad pensaba que no podía cuidarme yo sola?
“Pensé que, después de todo lo que te hice, no querrías vivir conmigo, así que preparé una casa de huéspedes atrás de la principal. Tus amigos pueden quedarse contigo. Nadie os molestará, ni siquiera yo”.
Dio un paso más cerca de mí y nuestras narices casi se tocaron. Me miró en silencio con una expresión de súplica.
“Por favor, quédate. Así podré protegerte”, me suplicó.
Esta era la primera vez que me miraba así, como si estuviera indefenso y a mi merced.
¿Ahora era una persona diferente? ¿Había cambiado tanto por mi ausencia?
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: ¡Por favor, sé mi pareja!