Resumo do capítulo Capítulo 127 do livro ¡Por favor, sé mi pareja! de Internet
Descubra os acontecimentos mais importantes de Capítulo 127, um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance ¡Por favor, sé mi pareja!. Com a escrita envolvente de Internet, esta obra-prima do gênero Hombre lobo continua a emocionar e surpreender a cada página.
Me despertó el repentino sonido de un móvil timbrando. La noche anterior, me había quedado despierta hasta tarde con Zaden, trabajando en su estudio. No recordaba haberme quedado dormida o ni siquiera haber regresado a mi habitación. De seguro él me había traído y había conectado mi móvil al cargador. Lo cogí de la mesita de noche al lado de la cama y vi que era Wendy. De inmediato, contesté a la llamada.
“Buenos días”, Wendy me saludó.
“¿No son como las tres de la tarde ahí?”.
“Sí, pero son casi las ocho y media de la mañana en casa”, respondió. Puse los ojos en blanco, ella estaba demasiado alegre para mi gusto.
“Es demasiado temprano para escuchar tus payasadas. Tuve una noche larga, alguien trató de seguirnos del aeropuerto ayer”. La llamada se quedó en silencio durante unos segundos antes de que ella hablara.
“¿Qué pasó?”.
Primero, bostecé y luego respondí: “Los perdimos y Zaden aceleró para que pudiéramos salir de ahí lo antes posible”.
Escuché algunos insultos a los lejos antes de que Caleb hablara.
“¿Tu compañero atrapó a ese imb*cil?”.
Sacudí la cabeza sin darme cuenta y dije: “No”.
“¿De qué sirve ese hombre si no puede atrapar a una sola persona?”. Su tono me irritó. Zaden merecía más respeto, no porque fuera un Alfa sino porque nos había salvado el día anterior.
“Caleb, no es eso. Estábamos en un área neutral y también había humanos. Podríamos haber llamado la atención. Hizo lo mejor que pudo en ese momento”.
“Tienes razón, lo siento. No pensé en eso”.
“¿Ya ves? Aprendí por experiencia que no debemos juzgar a nadie tan rápido. Cometí ese error antes y alguien más pagó el precio. Ahora, no quiero que tú también cometas el mismo error”.
“Es verdad. Debería haberte preguntado sobre toda la situación primero”. Me di cuenta de que sus disculpas eran sinceras.
“En fin, ¿ha sucedido algo emocionante por ahí? ¿Todo está bien?”.
Su voz se redujo a un susurro. “De hecho, ahora estoy sentado en un café, mirando a mi compañera para asegurarme de que no le tiendan una emboscada mientras habla con una señora en una esquina”.
“¿Por eso que se fue en medio de nuestra conversación?”,
“Sí”.
“¿Y Jackson? ¿Dónde está?”.
“Está haciendo lo mismo, pero desde el otro lado del café”, susurró de nuevo. “Valle, Wendy ya se va. Te llamaremos cuando regresemos al hotel”.
Nos despedimos con prisa y colgué. Luego me puse de pie y me estiré. Podía sentir que mis músculos se contraían y se relajaban. Me sentía mejor porque ahora sabía que todo iba bien con su investigación. Abrí la puerta y bajé las escaleras. Sabía que Zaden no estaría en su estudio. Él no dormía mucho y lo más probable era que estuviera con los guerreros o investigando el incidente de ayer. Sin embargo, cuando entré en la sala de estar, lo vi esperándome con una sonrisa.
“Mmm, buenos días para ti también”. Me reí al ver su expresión porque todavía se sentía raro verlo expresando sus emociones. Tomó mi mano y me llevó a rastras por un largo pasillo al lado izquierdo de su estudio. Entonces llegamos frente a una enorme puerta de madera maciza.
“Ábrela”, me dijo, señalando la puerta frente a nosotros. No estaba segura de qué encontraría detrás de ella, pero sabía que tenía que ser algo bueno como para que él estuviera tan feliz. Giré el pomo de la puerta y la empujé.
Entré en una habitación con las paredes del mismo color que las de la sala de estar. No obstante, este lugar estaba lleno de cosas nuevas como un sofá, una mesa, un escritorio, una impresora, estantes nuevos, entre otros equipos de oficina. Incluso había plantas y la pared al frente estaba decorada con pinturas.
“¿Qué es todo esto?”.
“Este es tu propio estudio”.
“¿De verdad?”.
“Sí, ¿te gusta?”, preguntó nervioso.
“¿Estás bromeando? Es mucho mejor que tu estudio aburrido”. Me giré hacia él y lo abracé. “Es perfecto”. Respondió a mi abrazo y me rodeó con sus brazos.
“Me alegro de que te guste. Ahora tienes algo que te ayudará a desconectarte de todo”. No pude evitar abrazarlo muy fuerte y no lo solté. Lo que había hecho por mí era mucho más de lo que jamás hubiera esperado. Ni siquiera podía imaginar cómo había conseguido todo este equipo mientras dormía.
“Muchas gracias”.
Me besó en la parte superior de mi cabeza y respondió: “Gracias a ti por darle otra oportunidad a nuestra relación”.
Luego me puso al tanto sobre todo lo que había pasado y me dejó en mi nuevo estudio. De verdad había pensado en todo. También había una cafetera. Me alegré mucho al verla porque no había desayunado y necesitaba un café para despertarme. Preparé dos tazas y le llevé una a su estudio.
“¿Qué haces?”, pregunté mientras ponía la taza sobre su mesa.
“No dejé de comer a propósito. Solo que es difícil acordarse de comer algo cuando tengo tantas cosas en la cabeza. Estaba muy estresada por mis amigos”.
“¿Quieres hablar sobre eso?”.
“No, no te preocupes. Ya hablé con ellos esta mañana y todo está bien. Por fin puedo comer sin estrés”.
“Me alegro de que su investigación vaya bien”. Sonrió y respondí con una sonrisa porque era una persona muy dulce debajo de su exterior áspero y sensual.
Comí un primer bocado y traté de contener mis gemidos.
“Esto es una obra maestra, está exquisito”.
“Qué bueno que te guste”.
Comimos en silencio, tan solo compartiendo una mirada y una sonrisa de vez en cuando. Se estaba esforzando mucho por darme el espacio que necesitaba, pero tampoco podía mantenerse lejos de mí por mucho tiempo. En el fondo, apreciaba mucho su esfuerzo.
Después de comer, me ofrecí a limpiar, pero me envió de vuelta a mi estudio para que terminara de trabajar.
“Por favor, termina lo que estás haciendo pronto para que pueda tenerte para mí solo un rato antes de que te vayas a la cama”.
Le di un abrazo rápido y regresé a mi estudio. A decir verdad, no había mucho más que hacer, así que trabajé rápido, y terminé en un abrir y cerrar de ojos. Cuando apagué el portátil, una campana resonó en toda la casa, produciendo un sonido desagradable. Era una alarma. Sentí como si mi corazón dejara de latir.
¿Dónde estaba Zaden? Corrí a la cocina, abrí la puerta de golpe y me acerqué a él a toda velocidad. El impacto me hizo tropezar hacia atrás y caí sobre mi trasero. Me ayudó a ponerme de pie y corrió conmigo escaleras arriba a su habitación.
“Quédate aquí y cierra la puerta. No salgas hasta que venga a buscarte”.
“Pero puedo ayudar”.
“Por favor, déjame cuidarte”.
Me dio un beso rápido en los labios y salió corriendo por la puerta. La cerré detrás de él como me había indicado y esperé a que regresara.
¡Le rogaba a la Diosa de la Luna que volviera pronto!
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