Este romance, ¡Por favor, sé mi pareja!, está COMPLETO. Leia Capítulo 143 e outros capítulos aqui.
O romance ¡Por favor, sé mi pareja!, de Internet, atinge circunstâncias dramáticas. Com Capítulo 143, para onde irá o amor do protagonista masculino e da heroína? Siga este romance em booktrk.com.
Pesquisas relacionadas:
Punto de vista de Riven
Me limpié el sudor de la cara por enésima vez. Mis músculos me ardían y tenía más moretones en mi cuerpo. Esta era mi última ronda de entrenamiento del día y la más difícil. Tenía que luchar contra un vampiro, una bruja elemental rebelde, un Alfa y Lillian. Caleb me había estado ayudando mucho. Él también necesitaba trabajar en su ira para poder matar a Delisia. Si le ponía las manos encima, estaría más que feliz de cederle la oportunidad de matarla a él.
“Estuviste increíble hoy”, me felicitó Caleb mientras caminaba hacia mí. Sus ojos se iluminaron con su sonrisa. Liam corrió, me levantó del suelo y me dio una vuelta en el aire.
“Eso estuvo demasiado impresionante, ¡j*der!”.
No pude evitar reír y poner los ojos en blanco ante su entusiasmo y sus palabras tan coloridas. A decir verdad, me sentía muy contenta con cómo me había beneficiado de estas semanas de duro entrenamiento mano a mano. Incluso mi cuerpo estaba más firme, sólido y tonificado ahora. No me vestía tapada como un ninja, ni tampoco como una pr*stituta, pero no me molestaba mostrar un poco más de piel. Además, para mi sorpresa, a Zaden le gustaba mi elección de ropa. No podía quitarme las manos de encima. Cada vez que peleamos a solas, había mucha tensión s*xual a nuestro alrededor. Sabía que sería difícil mantener mi anillo de compromiso en mi dedo durante nuestras sesiones de práctica, así que me tatué el mismo diseño en el dedo anular. A Zaden le encantó la idea, así que también se hizo uno. Así mismo, se tatuó mi nombre y el de Rhea en su pecho. Ese día, hicimos el amor en nuestras formas de lobo por primera vez. Henrar estaba demasiado emocionado y lleno de energía, pero Rhea no se dejó intimidar. A ella le encantaba la atención que recibía de su compañero.
Tras las palabras de motivación de Wendy, acepté mis regalos y, con la ayuda de Lillian y Samara, estaba mejorando mucho más. Estaba segura de que, si alguna vez necesitabaa proteger a mi familia, que tanto me admiraba, podría hacerlo. Por supuesto, seguíamos entrenando duro cada día porque yo era a quien Delisia estaba buscando.
“Cada día me sorprendes más y más, ¿lo sabías?”.
Me apoyé contra la sólida pared que era su cuerpo y me deleité con la sensación de sus brazos a mi alrededor. “Podría decir lo mismo de ti, no te controlaste conmigo esta vez”.
Se inclinó a mí oído y susurró: “Ya no tengo que hacerlo”.
Dejamos el jardín tan limpio como estaba antes y dimos por terminado el día.
Zaden había planeado una salida nocturna para nosotros dos. Era una cita. Ya habían pasado algunas semanas desde que habíamos perdido a Wendy y Delisia había permanecido en silencio desde entonces. No obstante, sabíamos que la paz no duraría mucho, así que queríamos aprovecharla mientras pudiéramos.
“¿A dónde iréis?”, preguntó Lorcan.
Sabía que Zaden no se lo diría en voz alta porque se suponía que era una sorpresa para mí. Sentí cómo cerró la puerta metafórica que unía nuestras mentes y le susurró la respuesta a Lorcan al oído. Los observé con las manos en mis caderas mientras golpeaba el suelo con mi pie con impaciencia.
“No me mires así ni golpees el suelo, señorita. Necesito aprender las jugadas de tu hombre para poder cortejar a mi dama. Se está volviendo más impredecible cada día que pasa”, me dijo Lorcan.
Una semana atrás, nos habíamos enterado de que Emma estaba embarazada. Me alegré por ambos. Ella había perdido a su primer hijo, y aunque no lo decían, yo misma me consideraba responsable.
“No necesitas ayuda, Lorcan. Te sale de manera natural”.
Me miró con una expresión pretenciosa y se inclinó como si hubiera ganado un concurso de belleza masculino. Todos estallamos en carcajadas. Me sentía más cómoda en su compañía. Cada vez que Emma hacía una rabieta, él venía corriendo hacia mí o Zaden para pedirnos algún consejo. Estaba haciendo todo lo posible para cuidarla.
Me acerqué a mi compañero y, aunque no me dijo nada, supe que me estaba mirando con los ojos llenos de promesas salvajes de lo que me haría. Me encantaba cuando me miraba de esta manera.
“Comenzaré a alistarme”. Me puse de puntillas para darle un beso a la misma vez que se agachaba y lo encontré a la mitad de camino.
“No estaré muy lejos de ti”.
Después de bañarme y maquillarme, estaba de pie en mi vestidor con el cabello medio recogido en un moño elegante, que caía en una cascada de rizos sueltos por mi espalda. Fue entonces que deseé que mi cuerpo estuviera un poco menos tonificado y que mis moretones no fueran visibles.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: ¡Por favor, sé mi pareja!