Resumo de Capítulo 156 – ¡Por favor, sé mi pareja! por Internet
Em Capítulo 156, um capítulo marcante do aclamado romance de Hombre lobo ¡Por favor, sé mi pareja!, escrito por Internet, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de ¡Por favor, sé mi pareja!.
Punto de vista de Riven
Pasé al lado de Liam, que ahora tenía la cabeza gacha, y caminé hacia Caleb para tomar una especie de caja que me estaba entregando.
¿De dónde había salido?
No sabía qué esperar, pero nunca hubiera imaginado ver esto. Dentro de la pequeña caja de madera, había un dedo envuelto sin cuidado en un pedazo de periódico, pero no era cualquier dedo.
Tenía el anillo que simbolizaba la unión entre Zaden y yo.
“¡Esa p*rra le había cortado el dedo!”.
¿Cómo se había atrevido?
Si bien yo no había tomado ninguna represalia en su contra, esto no significa que podía subestimarme.
¿Cómo se había atrevido a cortarle el dedo? Iba a solucionar esto y lo haría ahora mismo. Giré sobre mis talones y me dirigí a la puerta principal. Pude escuchar a los chicos detrás de mí gritando.
“Riven, ¿qué vas a hacer?”.
No respondí. Coloqué mis pies descalzos sobre la hierba húmeda e invoqué mi magia. La tierra se movió en respuesta a mi llamado como energía pura esperando ser utilizada. Escuché un “¡M*erda!”. Debía haber venido de Liam, pero no estaba segura. Dejé que mis poderes me inundaran y obligué a mi cuerpo a romperse, cambiar y transformarse en mi otra forma, que estaba tan enojada como yo.
Lillian corrió hacia mí y trató de tocarme, pero le gruñí y retrocedió.
“¡Riven, cálmate! Esto es justo lo que quiere, no pierdas el control antes tus emociones. Quiere que cometas un error”.
Sabía que tenía razón, pero Rhea y mi bestia estaban furiosas.
¡Le había cortado un dedo! ¡El dedo de Zaden!
Mi corazón latía muy fuerte y algo ardía dentro de mí. Era fuego, tan fuerte como para quemar todo su aquelarre. No obstante, Lillian tenía razón, no podía matar a los inocentes. No era culpa de ese aquelarre que tuvieran a una p*rra tan desagradable como Maestra.
Traté de respirar hondo. Mi loba todavía no estaba satisfecha, así que cerré los ojos e inhalé todo el aire que pude.
“Déjame tocarte, puedo ayudarte a comunicarte con él”. Lillian intentó acercarse de nuevo.
Abrí los ojos de inmediato y la miré.
“Es verdad, puedo ayudarte. Me acabo de dar cuenta de que puedes usar tu marca para contactarlo. Puedo aumentar vuestro enlace y ayudaros a comunicaros”.
Asentí y volví a mi forma humana. Ava e Imara cubrieron mi cuerpo desnudo y Mickey me entregó un cambio de ropa.
“Si lo sabías, ¿por qué no me ayudaste antes?”, reclamé.
“Porque será la primera vez que lo intente. Solo puedo entrar en la mente de las personas que están frente a mí, pero puedo usar tu marca porque conecta vuestras almas. Cuando se marcaron el uno al otro, tu alma y la de Zaden establecieron una conexión permanente, así que la tomaré como punto referencia y forzaré tu mente para que se conecte con la de él”, explicó.
“Vale”, respondí atónita en voz baja.
“Podría doler un poco porque es la primera vez que lo intentaré”.
“No importa, solo hazlo”.
Tocó mi marca con su mano derecha y mi frente con su izquierda. Luego ambas cerramos los ojos. Podía sentir a alguien golpeando la puerta metafórica en mi mente y, como sabía que era Lillian, le permití entrar. Ignoré los ruidos y el dolor que inundaban mi cabeza. Continué empujando la puerta y por fin se abrió. El dolor que Zaden estaba sintiendo se apoderó de mí de repente y me aplastó como olas. Estaba herido, sufría y tenía miedo, pero también sentía esperanza. Pude sentir que se dio cuenta de que yo estaba con él.
“Iré por ti esta noche, Zaden. Mantente fuerte por mí, te amo mucho”.
La conexión se interrumpió y abrí los ojos de inmediato. Ahora sabía dónde lo tenían encerrado.
“Lo siento, es mi primera vez. No quería hacerte daño si te forzaba demasiado”.
“No te preocupes, valió la pena intentarlo”, respondí.
“Creo que conozco ese lugar”, mencionó Lillian.
“¿Dónde está?”, pregunté.
“Es la primera celda de las mazmorras”.
“Sigue vivo, pero tenemos que darnos prisa. Está sufriendo”.
Volví a toda prisa a la casa y subí las escaleras en dirección a mi habitación. Los demás me siguieron muy de cerca. Ellos sabían que me prepararía para luchar.
Liam me motivó por una última vez. “Puedes hacerlo, Riven. Mantente concentrada y no dejes que te distraigan”.
“Trataré de dar lo mejor de mí”.
Todos nos tomamos de las manos y cerré los ojos para concentrarme en Zaden y el lugar donde estaba encerrado. Esta vez, pude sentirlo sin la ayuda de Lillian. De inmediato, sentí la familiar carga estática de ser teletransportado.
Abrí los ojos y vi que estábamos dentro de lo que parecía una cámara antigua. Nos soltamos las manos y nos escondimos detrás de un gran muro para que los guardias de las mazmorras no nos vieran, no sin antes ocultar nuestros aromas.
“Eso fue lo más increíble del mundo, deberíamos hacerlo más seguido”.
“No, gracias. La teletransportación consume demasiada energía. Ahora, no perdamos el tiempo”. Sentí cómo la determinación reemplazaba a mi miedo. Debía salvar a Zaden. “Solo veo a dos hombres afuera”.
“¿Dos? Pero se ven normales”.
“No los subestimes. Mi abuela controla sus corazones y mentes. No tienen piedad, pero su protección no funciona con nosotros. Lo más probable es que piensen que nunca encontraremos este lugar”.
“Espero que no te equivoques”.
“De todos modos, tened cuidado. También podría ser una trampa”.
“Recordad, tenéis que dejar vivo al menos a uno de ellos”.
Dejé a los chicos solos y me acerqué a las celdas entre las sombras con Lorcan detrás de mí. Cuando llegué a la entrada, le hice señas para que se acercara. Le tomó unos segundos llegar a mi lado. Los guardias aún no sospechaban nada.
“Vigílalos, buscaré una manera de entrar”, susurré.
Asintió y me mostró el pulgar arriba. Encontré la puerta de un sótano y la abrí solo lo suficiente para poder entrar. De inmediato, sentí a Zaden, su olor se hacía cada vez más fuerte. Entonces subí las escaleras porque mi instinto me decía que ahí lo encontraría. Usé mis poderes para derretir la cerradura de la puerta.
Me moví en silencio y cerré la puerta detrás de mí. De pronto, lo vi tirado en el suelo cubierto con una manta. Su rostro se iluminó cuando también me vio, pero no dijo ni una sola palabra.
No pude contenerme y corrí hacia él. Lo abracé y, sin importarme la sangre en su cara, le di un beso apasionado, al cual me correspondió. Lo miré y me sentí aliviada. Sin previo aviso, su expresión de alivio se convirtió en una de pánico cuando miró detrás de mí.
Volteé y jadeé.
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