¡Por favor, sé mi pareja! romance Capítulo 161

Sobre ¡Por favor, sé mi pareja! - Capítulo 161

¡Por favor, sé mi pareja! é a melhor série atual do autor Internet. Com o conteúdo de Capítulo 161 abaixo, nos perderemos em um mundo de amor e ódio, onde os personagens usam todos os truques para atingir seus objetivos, sem se preocupar com a outra metade, apenas para se arrepender tarde demais. Leia o capítulo Capítulo 161 e acompanhe os próximos capítulos desta série em booktrk.com.

Punto de vista de Lorcan

“Sigue corriendo. Corre tan rápido como puedas”.

Tenía que decírselo. No sabía cómo se lo tomaría, pero tenía que hacerlo.

Sentía como si hubiera estado corriendo durante días cuando en realidad solo habían pasado unas pocas horas. Riven era más rápida que cualquiera de nosotros y me sentía cansado por la pelea, pero me negaba a dejar que mi lobo descansara en una situación como esta. No tomamos descansos ni bajamos el ritmo. Si no llegaba con mi Alfa, podría perder la única oportunidad de traer de regreso de la oscuridad a la verdadera Riven y al futuro heredero de la manada.

Quería que volvieran mi cuñada, la mejor amiga de mi compañera, el compañero de mi hermano y mi Luna.

¡M*erda! ¡¿Cómo había terminado todo así?!

Ni siquiera sabía cómo reaccionaría Zaden, que ya estaba débil. Le rogaba a la Diosa de la Luna para que todo volviera a la normalidad.

Punto de vista de Zaden

Estaba caminando de un lado a otro, esperando a que todos regresaran. Los guardias intentaban decirme que mantuviera la calma y descansara, pero ¿cómo podía estar tranquilo?

Mi compañera y mi hermano estaban peleando contra esa p*rra. Sabía que Riven era fuerte, pero se suponía que debía estar preocupado por ella. Al fin y al cabo, ¡era su compañero!

Esperaba y rogaba que estuviera bien, al igual que mi cachorro. Se me ocurrió que debía planear unas vacaciones para nosotros después de que todo esto terminara. Pensé en preguntarle a Emma a dónde creía que le gustaría ir a Riven.

“Lorcan, ¿qué está pasando?”. Hice una conexión mental con mi hermano. Podría haberle preguntado a Riven, pero no quería molestarla.

“No te preocupes, Alfa. La bruja les pidió ayuda a unos cazadores, pero no fueron rivales para nuestro ejército. Ahora mismo, nuestra Luna les está ordenando a las brujas del aquelarre que se hagan a un lado o morirán. Creo que elegirán lo primero porque tampoco les agrada su Maestra”, respondió.

Henrar aulló de orgullo por nuestra compañera. También estaba débil, pero esto no le impediría celebrar la victoria de Riven.

Ambos la queríamos de vuelta en nuestros brazos para que pudiéramos celebrar en nuestra habitación con ella encima de mí o tal vez al revés. Solo esperaba no lastimar a nuestro cachorro si lo hacíamos así.

“¡Piensas como un pervertido!”, comentó Henrar.

“Como si no hubieras pensado lo mismo”, respondí.

“No, estaba pensando en algo diferente esta vez”.

“¿Cómo qué?”, pregunté con curiosidad.

“En otra posición, pero no estoy seguro de cuál. Creo que, la última vez que hicimos el amor, probamos casi todas las posiciones. La dejé exhausta, pero es una salvaje”, dijo entusiasmado.

“Es verdad, es una salvaje. ¿Qué opinas sobre hacerlo en la ducha?”, pregunté también emocionado.

“No me importa, estoy listo para hacerla mía en cualquier momento y en cualquier lugar”.

“¿Quién es el pervertido ahora?”, pregunté con los ojos en blanco.

“Tú empezaste”, gruñó.

“¿Y qué? Es mi esposa y mi compañera. Puedo pensar en ella así”.

“También es mi compañera y también puedo pensar en ella así”. Rugió.

“Vale, ya basta. Debo comer algo porque necesitaremos energía para nuestras actividades extracurriculares”, guiñé un ojo.

“Sí, sí. También necesito estirar mis patas, así que recarga tu energía para que salgamos a correr con nuestra compañera más tarde”, me ordenó.

“Sí, como quieras”. Puse los ojos en blanco mientras me devolvía el gesto.

No había duda alguna de que nuestra compañera nos dominaba, pero no tenía ningún problema en aceptarlo. Me sentía orgulloso de que la Diosa de la Luna me hubiera bendecido con una mujer tan fuerte y amable como ella. Era verdad que a veces podía ser obstinada, pero también amaba esa parte terca de ella.

Sin embargo, ¿por qué diablos se estaban tardando tanto en regresar?

“¿Alfa?”. Lorcan me habló de repente.

“¿Lorcan? Por fin volvisteis. ¿Por qué tardasteis tanto?”.

Capítulo 161 1

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: ¡Por favor, sé mi pareja!