¡Por favor, sé mi pareja! romance Capítulo 18

Resumo de Capítulo 18: ¡Por favor, sé mi pareja!

Resumo de Capítulo 18 – Capítulo essencial de ¡Por favor, sé mi pareja! por Internet

O capítulo Capítulo 18 é um dos momentos mais intensos da obra ¡Por favor, sé mi pareja!, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Hombre lobo, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.

Me despierto con un pequeño dolor de cabeza, los ojos hinchados y una presión incómoda en mis caderas ya llena de moretones. Como no quiero despertarme temprano, cierro los ojos de nuevo y me acurruco en mi almohada.

¡Vaya! ¡Las almohadas en esta cabaña son mucho más cómodas! Además de que laten.

¡Un momento!

¿Una almohada que late?

Abro los ojos de nuevo y me topo con un pecho desnudo frente a mí. Dejo escapar un suspiro de molestia. Para ser la hija de un Alfa, tengo un espíritu débil. ¿Cómo pude dejar que me abrazara después de lo que hizo anoche?

“Pero es nuestro compañero.” Rhea dijo entre quejidos.

“Lo sé, pero no olvidaré lo que hizo anoche, ni lo perdonaré con tanta facilidad.”

Ella resopla, pero no sigue discutiendo y se va a lo profundo de mi cabeza.

Aparto sus brazos para alejarme de él y salgo de la cama, pero no llego muy lejos. Tan pronto como mis pies tocan el suelo, él me habla.

“¿A dónde crees que vas?” Preguntó con su voz mañanera.

Me quedo congelada por un momento. ¿Vale la pena pelear por algo así? Creo que no. ¿Voy a caminar de puntillas por el resto de mi vida cuando esté con él? Claro que no. Seré una Luna fuerte como me criaron para ser y esto incluye no acobardarme ante mi compañero. Él puede hacer lo que quiera, nunca le dije lo contrario. No levanté la voz cuando me dejó para socializar con otras personas, tampoco me quejé cuando ni siquiera se tomó la molestia de presentarme a los demás como su compañera, así que no tiene ningún derecho de reclamarme.

Me dirijo al baño sin responderle. Entonces, deja escapar un gruñido profundo sin duda por mi falta de respeto. Cierro la puerta y hago lo que tengo que hacer. Luego salgo, esperando que se hubiera ido como la noche anterior, pero lo veo sentado en la cama, mirándome.

Observa mi cuerpo de pies a cabeza, se levanta y camina hacia mí. Sus pasos son lentos, pero seguros. No aparta la mirada de mí en ningún momento, sus ojos están llenos de lujuria y algo un poco más siniestro. Una vez frente a mí, se inclina y hunde su cara en mi cuello. Durante todo este tiempo, tan solo lo observé sin moverme. Siento cómo abre la boca y, por un momento, temí que me marcaría. Sin embargo, gracias a la Diosa de la Luna, no lo hizo. Luego se para recto y dice:

“Tenemos mucho de que hablar, niña. Si no me equivoco, ya tienes dos advertencias.” Levanta las manos y las coloca sobre mis caderas. Me tenso con la esperanza de que no las apretara. En lugar de esto, sube la sudadera lo suficiente como para exponer mis moretones al aire frío.

Los contempla por un momento y vuelve a mirarme a los ojos. “Lo que dije ayer era en serio. No has sentido el verdadero dolor, niña. No vuelvas a cometer otra falta. He sido muy generoso contigo, si cometes un error más, las cosas terminarán de una sola manera.”

“¿Cómo te sientes? ¡Veo que te gustaron los regalos que te dejé!” En cuanto escuché estas palabras, mi estado de ánimo decayó de nuevo, pero no puedo dejar que lo note, lo hizo solo para hacerme sentir mejor.

“Sí, me gustó. Me sentía sucia con mi ropa anterior y lo que me llevaste estaba cómodo para dormir.” No le di tanta importancia a lo que me dijo.

Ella pone los ojos en blanco, camina hacia Lorcan, le da un largo beso y me saca de la cocina para ir en dirección a la sala de estar. Una vez más, sentí algo extraño dentro de mi corazón al verlos tan enamorados. Mi compañero ni siquiera tuvo la decencia de decirme buenos días, sino que me saludó con una advertencia.

En la sala de estar, encontramos unos percheros con vestidos para los eventos de este día. Es una costumbre que las mujeres usen los colores de su nueva manada y los hombres porten un traje con el escudo de su manada en el pecho.

El color de la manada Blood Eclipse es gris y verde, al igual que todos los vestidos, justo como esperaba. Veo unos vestidos cortos para la ceremonia y unos largos para la cena.

Espero que todo salga bien esta noche. Me gustaría que la cena ayude a mejorar nuestra relación porque no puedo seguir viviendo así.

Le imploro a la Diosa de la Luna que me ayude esta noche.

Histórico de leitura

No history.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: ¡Por favor, sé mi pareja!