¡Por favor, sé mi pareja! romance Capítulo 25

Resumo de Capítulo 25: ¡Por favor, sé mi pareja!

Resumo de Capítulo 25 – Capítulo essencial de ¡Por favor, sé mi pareja! por Internet

O capítulo Capítulo 25 é um dos momentos mais intensos da obra ¡Por favor, sé mi pareja!, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Hombre lobo, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.

Lo acerco más a mí y nuestros cuerpos quedan pegados el uno contra el otro. Mi cuerpo vibra al sentirlo tan cerca y me doy cuenta de que ya no hay vuelta atrás. Él solo necesitó de una noche y mucho alcohol para enloquecerme.

Deslizo los dedos poco a poco por su rostro, comenzando por su frente, cejas, pómulos, nariz y terminando en sus labios. Esperaba que me detuviera, pero no lo hizo, sino que me dejó explorarlo.

La música cambia a un ritmo más rápido, como una canción de discoteca, y él me voltea en un instante. Coloca mi espalda contra su pecho y sus manos en mis caderas. La música es muy rápida, pero nos estamos moviendo lento.

Lo acerco más a mí y nuestros cuerpos quedan pegados el uno contra el otro. Mi cuerpo vibra al sentirlo tan cerca y me doy cuenta de que ya no hay vuelta atrás. Él solo necesitó de una noche y mucho alcohol para enloquecerme. Deslizo los dedos poco a poco por su rostro, comenzando por su frente, cejas, pómulos, nariz y terminando en sus labios. Esperaba que me detuviera, pero no lo hizo, sino que me dejó explorarlo. La música cambia a un ritmo más rápido, como una canción de discoteca, y él me voltea en un instante. Coloca mi espalda contra su pecho y sus manos en mis caderas. La música es muy rápida, pero nos estamos moviendo lento. No puedo controlar mi necesidad de provocarlo, así que me muevo despacio frente a él y deja escapar un suave gruñido de placer en mi oído. Fue como si me estuviera dando una advertencia, pero él no tenía ni idea de que solo me excitaría mucho más. Comienzo a moverme más, esta vez empujando más fuerte contra él. Entonces, lleva su boca a mi cuello cubierto con tela de encaje y lo muerde con suavidad. Puedo sentir sus caninos rozando mi piel en el lugar donde me marcará. De pronto, dejo escapar un grito ahogado y me detengo.

“No juegues con fuego, mi amor, o te aseguro que te quemarás.” Sé que lo dijo con la intención de que suene amenazante, pero lo tomo como un desafío. Me doy la vuelta y paso mis dedos entre su cabello. Lo sujeto con un poco de fuerza y tiro de él hacia abajo hasta la altura de mis ojos. Nuestras caras están tan cerca en este momento que puedo sentir su aliento en mis labios. No quiero nada más que acortar este espacio y tocar sus labios con los míos.

“No puedes quemar a alguien que tiene el poder de todo el océano.”

Estoy segura de que fue el alcohol hablando, pero desearía estar borracha todo el tiempo porque esa reacción fue genial. Él me mira un momento y sonríe. Es una sonrisa de verdad, no esa sonrisa tensa, estúpida y arrogante, pero sensual que siempre me muestra. Me siento hipnotizada por su gesto. Se ve más atractivo con esa sonrisa de lo que pensé que cualquier hombre podría verse.

“Rápido, tenemos que posar para la siguiente foto.” Me apresuré a decir para que tuviéramos suficiente tiempo para posar. No obstante, él tiene otros planes. Coge mi cara sin previo aviso y presiona sus labios contra los míos en un beso que me hace estirar los dedos de los pies. Es un beso acalorado, apasionado, dominante y contundente. No nos separamos hasta que nos quedamos sin aliento. Luego apoyo mi cabeza contra la suya.

Escucho el sonido de la última foto y abro los ojos. Él me está mirando y me saca de la cabina. Agarro las fotos y me aferro a ellas antes de que él pueda tomarlas y romperlas. Si quiere, le daré unas copias después.

No quiero que esta noche termine porque sé que, una vez que regresemos a la cabaña, ya no seguiremos “actuando”. Él no me mirará con cariño con esos ojos ni me mostrará esa sonrisa. No estoy segura de lo que me deparará mañana, pero al menos mi primer beso con mi compañero no fue a la fuerza como pensé que sería. Fue amoroso, del tipo que siempre recordaré.

Histórico de leitura

No history.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: ¡Por favor, sé mi pareja!