¡Por favor, sé mi pareja! romance Capítulo 26

Resumo de Capítulo 26: ¡Por favor, sé mi pareja!

Resumo do capítulo Capítulo 26 do livro ¡Por favor, sé mi pareja! de Internet

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Tras salir, la brisa fresca golpea mi piel y tiemblo un poco por el descenso de la temperatura. Él se quita el abrigo y me lo pone sobre los hombros. Le agradezco y seguimos caminando en dirección a nuestro coche. Antes de entrar, nos dicen que debemos tomarnos una foto. Esta vez con todos los lobos de alto rango de la manada Blood Eclipse.

Me quito su abrigo, lo aliso y se lo devuelvo. Luego poso como me indica el fotógrafo, con mi mano que da a la cámara sobre su pecho y la otra detrás de él. Por otro lado, él tiene su brazo alrededor de mi cintura. Para el ojo inexperto, parecemos enamorados. Emma y Lorcan están a la derecha de Zaden y los guerreros de alto rango, a mi izquierda.

Nos informan que enviarán la foto enmarcada a la casa de la manada. En el camino de regreso a la cabaña, Zaden se sienta a mi lado. La casa de su manada queda muy lejos, casi al otro lado del estado, así que nos iremos temprano en la mañana.

Si bien el viaje de regreso a la cabaña no es largo, me quedo dormida en cuanto se cierra la puerta del coche. Tengo recuerdos vagos de que alguien me carga dentro de la cabaña. Entonces, abro los ojos todavía cansados, haciendo todo lo posible para que Zaden notara que ya estoy despierta. Esta vez, me lleva a su habitación y me sienta en su cama. Lo observo por un momento. Está tenso como siempre y, por un momento, me parece que podría estar nervioso. Lo miro mientras se desanuda la corbata y comienza a desabrocharse la camisa.

De repente, nota que lo estoy mirando y hace contacto visual conmigo mientras libera otro botón. Me está retando de nuevo y no voy a perder, ya no más. Supongo que todavía queda un poco de alcohol en mi cuerpo porque me pongo de pie y me dirijo hacia él. Debe haberme quitado los tacones en algún momento porque me siento mucho más baja que él que cuando subimos al coche.

Me paro frente a él y no aparto la mirada de sus ojos mientras quito sus manos de su camisa. Luego procedo a desabotonarla yo misma y la deslizo fuera de su torso. La arrojo a un lado y miro sus ojos ahora lujuriosos.

Observo su pecho y veo unas pequeñas cicatrices en toda la superficie. De un momento a otro, una oleada de ira me golpea. ¿Cómo es que alguien se atrevió a golpear a mi compañero? Acaricio una de sus cicatrices con un dedo y todo su cuerpo se tensa.

Vuelvo a mirarlo a la cara, y veo que tiene los ojos cerrados y los dientes apretados. Dejo de tocarlo, beso la cicatriz más cerca de su corazón y apoyo mi cabeza en el mismo lugar. Algo terrible le pasó, puedo sentirlo. Siento como Rhea se asoma para consolar a nuestro compañero y también puedo sentir que su lobo quiere salir para interactuar con ella. Si tan solo esta noche pudiera durar para siempre, tendría el coraje de preguntarle qué pasó.

Sin embargo, esta noche acabará y, por la mañana, volverá a ser el macho frío que era cuando nos conocimos.

Retrocedo mientras suelto un suspiro. Abre sus ojos y me observa con la misma mirada de siempre. Una vez más, se rompe nuestro trance y doy un paso en dirección al baño.

“En caso de que lo hayas olvidado, pequeña, no soy solo tu compañero, sino que ahora también soy tu Alfa. No puedes decirme que no, eres mía.” Lo miré estupefacta.

“Pero tú no eres mío.” Respondí y él asintió.

“¿Te parece justo? Somos compañeros, somos iguales. Olvidaste que soy tan Alfa como tú, Sr. King. Me niego a ser tuya si tú no eres mío.”

Me deslizo entre él y la pared, y camino al baño. Cuando estoy dentro, me giro y lo veo todavía mirando la pared. Después, cierro la puerta de golpe y le pongo seguro. Me quito el maquillaje y me doy una ducha rápida, rogando que no derribe la puerta. Por suerte, no lo hizo. Cuando salí, me doy cuenta de que no tengo nada que ponerme, toda mi ropa está en la otra habitación. Agarro una toalla, que es lo primero que veo, y me envuelvo con ella. No obstante, no me cubre tanto como me gustaría, no puedo salir así. Me pregunto qué pensaría Zaden de mí si salgo como estoy ahora.

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