Resumo do capítulo Capítulo 32 de ¡Por favor, sé mi pareja!
Neste capítulo de destaque do romance Hombre lobo ¡Por favor, sé mi pareja!, Internet apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.
Después de la cena, me dirigí a la oficina de Zaden. Es decir, a nuestra oficina. Mientras bajaba, lo escuché hablando con alguien por teléfono. Parecía estar discutiendo, y yo era demasiado entrometida como para alejarme. Me paré cerca de la puerta para oír mejor. Su teléfono debía estar en altavoz, ya que podía escuchar bastante bien a la persona del otro lado de la línea.
Era una de las ventajas de ser mujer lobo.
“¿Qué quieres decir con que no puedes encontrarlos? ¡Sigue buscando". La voz de Zaden era amenazante y parecía estar mezclada con una tormenta de emociones como rabia, furia y venganza.
“No es tan fácil, señor. Le aseguro que tenemos a nuestros mejores hombres buscándolos".
“Bueno, o consigues mejores hombres o los encuentras. No pienso seguir teniendo este problema”.
Después de esas palabras, Zaden terminó la llamada y lo escuché levantarse de su silla.
De inmediato, me alejé de la puerta para que pareciera que acababa de llegar. Antes de que pudiera entrar, la puerta se abrió. Zaden me inspeccionó por un segundo, pero no dijo nada y se hizo a un lado para dejarme pasar. Me dirigí a mi escritorio, que estaba justo frente al suyo, y me senté. Su escritorio era negro y el mío era blanco. Bastante cliché, pero me gustaba.
A pesar de que nos encontrábamos a lados opuestos, sentía todos los días su mirada sobre mí. Me esforzaba al máximo para vestirme como lo haría una Luna, profesional y atractiva. Sin embargo, no me cansaba de ver la cara de Zaden cada vez que utilizaba una falda tubo. Podía darme cuenta de que mi presencia lo estaba afectando, pero no de una mala manera. Hoy no era diferente, no sentía la necesidad de usar prendas demasiado coloridas. Después de todo, solo pasaría la noche con él.
Nuestras noches juntos se habían vuelto más cómodas.
Pero ¿algo cambió?
¡No!
Por supuesto que no.
Solo me había acostumbrado a su comportamiento. Nuestro silencio que antes me parecía incómodo ya no me perturbaba.
Eso se llamaba adaptarse al entorno.
"¿Cuándo sucederá?".
Mantuve mi atención en los papeles, fingiendo que los estaba revisando.
“La corona...“.
"No, eso no. ¿Cuándo me marcarás?".
Era lo que más temía, ya que aún albergaba dudas sobre mi relación con Zaden. Él solo me trataba como su Luna, pero nunca me miraba con amor. Si nos marcábamos, el vínculo se volvería irreversible y me vería obligada a completar el apareamiento. De lo contrario, sufriría mi peor celo.
Después de encontrar a sus parejas, las hembras pasaban por un proceso de celo que la acercaba a su compañero y los ayudaba a aparearse. Pero si una marcaba a su pareja y no completaba el apareamiento, el celo de la hembra se volvía diez veces peor. Y siendo pareja del Alfa… Me estremecí ante ese pensamiento.
"Depende de ti. No te obligaré a hacerlo, pero al mismo tiempo tampoco tengo otra opción", respondió Zaden. Parecía estar luchando con su lobo por el dominio, ya que sus ojos cambiaban de color con frecuencia. Era evidente que su lobo me quería, pero Zaden lo estaba deteniendo. Sin embargo, estaba agradecida de que la diosa Rhea se encontrara siempre de mi lado. Ella se sentía profundamente herida por el comportamiento de nuestra pareja, incluso cuando no era el lobo de Henrar, sino el de Zaden. No entendía por qué él no dejaba salir a su lobo, pero ambos nos merecíamos respeto y una disculpa. Él no podía tratarme como a una niña. Yo era su Luna, su igual. Y si me quería, tendría que empezar a actuar como una pareja. De lo contrario, nunca permitiría que me marcara, incluso si tuviera que pasar por una infinidad de ciclos de celo.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: ¡Por favor, sé mi pareja!