¡Por favor, sé mi pareja! romance Capítulo 41

Le lancé una sonrisa gélida y bajé la mirada a unos documentos que estaban pendientes.

“Por un momento, de verdad querías ser una adulta, pero volviste a ser la misma niña terca a la que regañé esta mañana. Tu ego es tan grande que incluso estás dispuesta a lastimarte en lugar de darte por vencida en una pelea que no puedes ganar. Qué lástima, casi me pareces atractiva.”

Lo miré y fingí una expresión de dolor.

“Oh, no, ¡¿qué debería hacer?! ¡No le parezco atractiva a mi compañero tan cariñoso! Será mejor que me maquille para él.”

Me puse de pie y rodeé el escritorio para pararme frente a frente a él. Lo observé directo a los ojos para desafiarlo y froté sus brazos con mis manos. Sus músculos se tensaron y sonreí ante su reacción, lo tenía justo donde quería.

“Aunque, creo que mi compañero olvidó algo.”

Me incliné hacia él con una sonrisa y nuestros cuerpos casi se fusionaron.

“¿Te gustaría saber qué cosa, Alfa?”

Asintió con una expresión insegura.

“Bueno, Alfa, olvidaste el hecho de que no podría importarme menos lo que pienses de mí. ¿Puedes creer que, en un momento de debilidad, casi te doy permiso para lastimarme? Por poco dejo que la persona que más detesto en el mundo, el monstruo que me arrebató mi vida, mi libertad, mi familia, me hiciera daño. Bueno, adivina qué, estoy harta de toda esta m*erda. No he hecho nada más que actuar para un hombre tan horrible como tú, pero ya no estoy dispuesta a hacerlo. No seguiré fingiendo que soy feliz ni que eres el mejor compañero. De ahora en adelante, haré las cosas a mi manera y seré la misma persona que era antes de conocerte. Nos vemos en la ceremonia de coronación, Alfa.”

Lo solté y caminé hacia la puerta.

“Ah, además, ¿cómo te atreves a llamarme niña cuando te enojas por todo? ¿Desde cuándo el mismísimo Alfa no puede manejar su propia ira? Al menos mi manada nunca estuvo bajo el control de un niño de cuatro años acomplejado.”

Abrí la puerta y salí sin molestarme en cerrarla.

Me dirigí a una de las habitaciones vacías, me senté en la cama y me acosté para mirar al techo. Era blanco y negro, justo como mi vida. Si lo miraba por suficiente tiempo, tal vez podría comenzar a alucinar alguna imagen en él.

No sabía cuánto tiempo había estado mirando el techo, pero quedarme acostada sin hacer nada durante tanto tiempo me estaba dando sueño.

De repente, escuché un golpe en la puerta. Supuse que era Zaden, así que no me moví, él entraría de todos modos. Después de un rato, la puerta se abrió y, para mi sorpresa, era Lorcan seguido de Emma, que lucía avergonzada.