Resumo de Capítulo 44 – Capítulo essencial de ¡Por favor, sé mi pareja! por Internet
O capítulo Capítulo 44 é um dos momentos mais intensos da obra ¡Por favor, sé mi pareja!, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Hombre lobo, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
La mayoría de lobos estarían muy emocionados el día de su ceremonia de emparejamiento, pero yo deseaba que este día nunca hubiera llegado.
Me daba miedo despertar la mañana en que se realizaría. Lo único que quería era esconderme debajo de las sábanas hasta que todo esto terminara. Por desgracia, no pude hacerlo porque Emma irrumpió en mi habitación y me sacó contra mi voluntad.
La odiaba tanto por haberlo hecho. Rogaba para que sucediera algo que impidiera la coronación. Rogaba para que el destino se apiadara de mí, pero no pasó nada.
No me quedó más opción que fruncir el ceño mientras me obligaban a ponerme el vestido para la ceremonia. Me sentía tan alta como una jirafa con estos zapatos.
De repente, recordé que, de todo lo que tenía que hacer, no había preparado mis votos. Debía hacer algo pronto, faltaba poco tiempo para que comenzara la ceremonia de la Luna y no tenía ni idea de lo que le iba a decir.
En realidad, quería maldecirlo, pero no quería desperdiciar mis palabras con él, ni para bien ni para mal. Me había quedado solo para ayudar a mantener unida a su manada, era mi único propósito aquí. Sabía que nunca serviría para nada más en este lugar.
¡M*erda! No obstante, todavía tenía que pensar en unos votos “aceptables”.
¿Qué debía decir?
“Gracias por darme este gran honor, aunque no me agradas.” O “Gracias por nada porque estoy haciendo esto en contra de mi voluntad.”
¡J*der! Esto no iba a funcionar.
Después de haberme quedado mirando el papel negro durante los últimos veinte minutos, por fin decidí llamar a Emma a mi habitación para que me ayudara.
Unos minutos después, llegó con una sonrisa en su rostro.
“¿Así que no tienes ningún problema en pelear conmigo o con el Alfa y hablar con los miembros de la manada, pero se te dificulta escribir tus votos?”
Fruncí el ceño. “No tendría ningún problema si él fuera una persona decente, pero, para mi mala suerte, no lo es. ¿Ya lo olvidaste?”
Su sonrisa se desvaneció de su rostro en un instante.
“Claro que no, recuerdo muy bien lo que pasó ayer. ¿Todavía te duele?”
“No.”
Suspiró y acercó una silla a mi lado.
“Vale, entonces comencemos.”
“Sí, por favor.”
“Bueno, ¿qué admiras de él?”
Ella resopló y se acercó a mí. Cogió el trozo de papel y comenzó a decirme ideas, que yo rechazaba una tras otra.
Después de mucha práctica, mis votos falsos estaban listos. Emma insistió en volver a peinarme. Esta chica estaba obsesionada con mi cabello. Se tomó alrededor de otra hora para hacer mi peinado de nuevo. Cuando terminó los toques finales, me llevó frente a los espejos más grandes.
Me sonrojé al verme en este vestido. Marcaba mis curvas y la tela caía hasta acumularse en mis pies. Mi cabello estaba peinado en rizos suaves y unas pequeñas trenzas mantenían mi cabello hacia atrás. En general, me veía… majestuosa, radiante. De verdad parecía una Luna hoy, o al menos lo pensaba.
Me di la vuelta y vi que Emma me estaba sonriendo.
“¡Qué hermosa!” Exclamó con un chillido agudo.
¡Mis pobres oídos sufrieron!
“No tenemos mucho tiempo. Iré a revisar los arreglos finales. Hasta entonces, quédate aquí.”
Asentí y se fue. Parecía una pequeña bola de fuego. Sacudí la cabeza al ver sus payasadas. Esta chica sería la perdición de todos.
Sonreí ante lo que había pensado y miré mi reflejo de nuevo. De repente, mi sonrisa se borró. Cuando me vi con este vestido, me di cuenta de que, a partir de hoy, estaría atada a Zaden para siempre. ¿Cómo iba a sobrevivir a esto? ¡Él me odiaba! Detestaba cada fibra de mi cuerpo. ¿Por qué no podía dejarme ir y tomar como compañera a esa p*rra que no sabía cómo se llamaba? Comencé a sentirme sofocada dentro de mi vestido.
Después de cómo se había comportado conmigo el día anterior, quería arrancarme cualquier pedazo de piel que él me tocara. Tan solo quería encogerme en un rincón y llorar. Él era un monstruo.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: ¡Por favor, sé mi pareja!