¡Por favor, sé mi pareja! romance Capítulo 47

**Presente**

Estaba a punto de tener un ataque de pánico cuando, de repente, llamaron a mi puerta. Respiré hondo para calmarme y asomé la cabeza para ver quién estaba afuera. Vi que era el padre de Zaden, Ricardo, y me sentí un poco avergonzada de haberlo hecho esperar.

Él me miró y sonrió. “Tan solo mírate, Luna Riven. Zaden es muy afortunado de tenerte como su compañera.”

Me sonrojé y le di una palmadita en el bíceps con una actitud juguetona.

“No digas eso, me estás poniendo más nerviosa. Además, de entre todas las personas, sabes mejor que nadie que él no me ve de esa manera.”

Puso los ojos en blanco.

“¡Vamos! Cualquier hombre sería afortunado de tenerte como compañera. Si no puede verlo, está muy mal de la cabeza.”

“Si Zaden escucha esto, te meterás en problemas.” Dijo Lorcan, quien estaba parado al lado de su padre.

“No me meteré en ningún problema. Además, no olvides que no me importa si eres un Alfa, Beta o el Rey Alfa, tengo derecho a hacerle una broma a mi hijo. Después de todo, ambos tenéis mi sangre e, incluso si intenta algo, tengo a Riven para que me defienda.”

Me guiñó un ojo y sonreí.

Luego los miré y puse los ojos en blanco. Parecía que discutían todo el tiempo. Ricardo era el único al que había visto que podía hacer que Lorcan y Zaden reaccionaran.

Entonces, me tomó de la mano para llevarme al escenario. Yo respiraba hondo a medida que nos acercábamos al lugar donde se llevaría a cabo la ceremonia.

En pocas palabras, había muchas personas, pero estaba más emocionada por ver a mi familia. Todo estaba muy bien organizado, la distribución de las mesas, la lista de canciones, las decoraciones florales, el tema de la ceremonia, el tema de la fiesta, la barra de comida, todo. Sin embargo, la parte más emocionante y considerada fue la barbacoa que prepararon para los guardias en patrulla.

Emma había hecho un trabajo increíble, y había pensado en todos y cada uno de los detalles.

Había luces colgando de los árboles y la tarta… ¡Madre mía! Nunca había visto una tarta tan hermosa en toda mi vida.

Mis nervios aumentaban a medida que caminaba por el pasillo al lado de Ricardo. Yo era el centro de atención mientras que Zaden estaba de pie en el escenario justo frente a mí. Se me heló la sangre cuando me di cuenta de que me iba a comprometer de por vida con este hombre que había intentado v*olarme. Él llevaba una larga capa gris tradicional que bajaba desde sus hombros y descansaba sobre una espesa cama de flores en el suelo. El escenario estaba varios centímetros sobre el suelo, pero la capa llegaba hasta el fondo. El resto de su cuerpo estaba cubierto con ropa negra y desprendía un aura real. Los segundos pasaban mientras contenía la respiración y examinaba esta figura inmóvil. Estaba de pie como una roca y casi parecía una estatua tallada con tanto detalle que cualquiera se inclinaría ante él.

Como siempre, estaba parado con el rostro inexpresivo, como si no hubiera pasado nada el día anterior. Podía sentir su mirada acalorada sobre mí, lo que me hizo experimentar un escalofrío a lo largo de mi espalda y hubiera jurado que, por un momento, mi sangre dejó de fluir.

Le rogaba a la Diosa de la Luna que me ayudara a superar esta ceremonia.