¡Por favor, sé mi pareja! romance Capítulo 61

Algo se estaba gestando, lo sabía con seguridad. Todo había estado muy tranquilo durante semanas, ni una sola palabra de los criminales o los cazadores. Ni un ataque ni una advertencia. Nada. Era como la calma antes de la tormenta. Me ponía ansiosa, y lo mismo sentían muchos miembros de la manada que estaban enterados de lo que sucedía. Afortunadamente los niños aún no se daban cuenta de nada.

Otras manadas vecinas se enfrentaban a la misma situación. Era como si los criminales estuvieran jugando con nosotros. Tenía dudas de que estuvieran aliados con los cazadores, pero era difícil de creer porque los cazadores no confiaban en los hombres lobo.

¿Y por qué los criminales trabajarían con los cazadores? Muchas preguntas pasaban por mi mente, y lo mismo pasaba con Zaden. Estaba ocupado entrenando a los lobos.

También hablábamos con otras manadas al respecto. Desde el ataque, me contactaba frecuentemente con mis padres y mi hermano. Si no respondía a su llamada diaria, eran capaces de venir y tal vez me estrangularme,

En una ocasión, no contesté una llamada de mi madre, quien procedió a estallar mi teléfono y amenazó con castigarme si no le devolvía la llamada en ese momento. Y conociéndola, seguramente encontraría una forma de hacerlo.

De repente, me sobresalté al sentir unos labios presionándose contra mi cabeza. Había estado demasiado absorta en los papeles que tenía en la mano. Levanté la mirada y encontré a Zaden parado junto a mi silla.

"¿Estás bien?", preguntó. Yo asenti. "Sí, estoy bien. Solo me siento cansada". Después de dejar los documentos sobre el escritorio, me froté la frente y bostecé. Estaba más que cansada. No había estado durmiendo bien, pero no se lo decía a nadie. Tampoco decía que no había estado comiendo adecuadamente.

"Deberías acostarte un rato. Puedo terminar con tu papeleo mientras tú descansas", ofreció. Pero yo negué con la cabeza. "No, no te preocupes. Ya casi termino de todos modos". No estaba segura de lo que sucedía entre nosotros. Habían pasado cuarenta y siete días desde la ceremonia, y nuestra relación había pasado de querer desgarrarnos la garganta a...cuidarnos mutuamente.

Sin embargo, aún no se sentía cómodo compartiéndome sus emociones. Solo hablábamos de trabajo y nada más. Cada vez que yo intentaba iniciar una conversación no laboral, él simplemente cambiaba de tema.

Zaden no quería que tuviéramos ninguna relación sentimental, y había sido muy claro conmigo.

Sí, nos cuidábamos mutuamente, lo suficiente como para no destruirnos. Pero no estaba segura de cuánto tiempo nos llevaría alcanzar ese nivel en nuestra relación.

Y ese era exactamente el motivo por el que no estaba lista para estar con él.

Zaden me miró como si no me creyera, pero de todos modos dijo: "Termina y luego descansa. Le diré a Emma que hoy no podrás salir con ella".

"Estoy bien, de verdad. No tienes que preocuparte tanto por mí".

"¡Oye!".

Me reí más fuerte. "Lo siento, pero es verdad, eres muy problemático".

"Solo a veces", murmuró él. Yo resoplé. "Más bien todas las veces. Eres especial, y no en el buen sentido". Jake me sacó la lengua.

"¡Qué maduro!", bromeé.

Mis guardias lucharon para contener la risa. Al parecer, nunca habían vigilado a alguien que se burlara siempre de ellos. Bueno, solo lo hacía con los que interactuaba, que en realidad eran unos pocos. Los demás simplemente tenían una expresión neutra.

Me quité los tacones apenas entré a mi habitación. Me desabroché la blusa y la tiré en el cesto de la ropa sucia. Mis pantalones fueron los siguientes. Luego, me puse unos pantalones cortos de pijama y una de las camisetas de Zaden. Me metí a la cama, pero no fui capaz de dormir. No importaba cuánto lo intentara. A pesar de que leí, conté ovejas y escuché música suave con los ojos cerrados, nada funcionaba.

No lo sabía, pero tenía un mal presentimiento, como si algo malo fuera a pasar.