¡Por favor, sé mi pareja! romance Capítulo 80

No me dijeron nada en el camino de regreso a casa ni yo a ellos, todos estábamos callados. Cuando llegamos, ninguno me preguntó qué había pasado. Tan solo me abrazaron y nos despedimos.

Volví a mi habitación y me di una larga ducha para eliminar el olor de esos renegados de mi cuerpo. Después, me puse una camiseta y unos pantalones de pijama. Luego me acosté en mi cama nueva, pero no pude dormir.

Estaba muy j*dida, tal vez los ancianos tenían razón. Quizás yo era la bebé de la historia. ¿Esto significa que había llegado el momento de dejar salir mis poderes?

¿Sería capaz de controlarlos?

¿Este era el motivo por el que era diferente?

“Sí, pero creo que podremos controlarlos.” Dijo mi loba.

“Vamos, Rhea. Sé realista. ¿Crees que es posible que una sola persona pueda tener las habilidades de todos los seres sobrenaturales? Bueno, tal vez no todos, pero la mayoría de los más poderosos. Sobre todo, la sangre de un demonio y el alma de un hada.”

“Tú puedes hacerlo, Riven. Confío en ti y es hora de que tú también confíes en ti misma. ¿Sabes lo que necesitas en este preciso momento?”

“¿Qué cosa?” Pregunté.

“Salir a correr.”

“¿Hablas en serio? Estamos en un territorio nuevo. Además, en nuestra primera noche afuera, nos atacaron unos vampiros y todavía quieres salir. Estás loca.”

“Llámame loca si quieres, pero tú eres una est*pida. ¿Por qué siempre sobre analizas las cosas? Por una vez en tu vida, deja de pensar y comienza a divertirte, como yo.”

“Vale, como quieras.”

A decir verdad, me vendría bien una larga carrera para despejar mi mente. Entonces, empaqué algo de ropa y agua en una bolsa, y caminé a la puerta. Me adentré en el bosque y dejé que Rhea tomara el control. Me encantaba sentir el viento en mi pelaje. Estaba disfrutando de mi paseo cuando percibí el aroma de un ciervo. No había comido carne fresca desde hace un tiempo, así que decidimos ir de cacería. Seguimos el olor y no tardamos mucho en encontrarlo, el ciervo no sabía que estaba cerca porque había ocultado mi aroma. Como quería una verdadera cacería, desenmascaré mi olor. Una vez que sintió mi presencia, comenzó a correr. Corrí tras él, lo atrapé y comí hasta que me llené. Luego me transformé en mi forma humana. Todavía quedaba un poco del ciervo y no quería que nadie lo encontrara, así que se me ocurrió una idea.

Traté de concentrarme en mi energía interna para poder quemar los restos. Sin embargo, no funcionó. Lo intenté una y otra vez, pero mis manos o el sistema de disparo dentro de mí no funcionaban.

“¡¡Ah…!!”

¿Por qué no funcionaba?

De repente, escuché una voz en mi cabeza.