¡Por favor, sé mi pareja! romance Capítulo 86

Después de un rato, abrí los ojos y la miré.

“¿Sentiste eso?” Pregunté.

“Sí, ¡enhorabuena! Lo lograste y fue increíble.” Me sonrió.

Solté sus manos y rompí la conexión.

Nos sentíamos satisfechos por como había resultado todo hoy, así que decidimos entrar y relajarnos por el resto del día. Mientras caminaba, comencé a sentirme mareada. Intenté sujetarme de algo, pero me desvanecí en la oscuridad. Cuando recuperé el conocimiento y abrí los ojos, mi cabeza palpitaba de dolor sobre el regazo de Wendy, la bruja. A mi lado, Damon y Cole estaban en cuclillas muy preocupados.

“¿Qué sucedió?” Pregunté. Cole me ayudó a ponerme de pie y me sostuvo hasta que Liam se acercó para echarle una mano. Luego ambos me ayudaron a llegar al sofá para acostarme.

“¿Qué sucedió?” Pregunté de nuevo un poco más impaciente.

“No lo sabemos. Escuchamos que Liam gritó tu nombre y, cuando nos dimos la vuelta, estabas bocabajo en el suelo.”

Wendy comenzó a llorar. “No pude sentir tu magia y pensé que habías muerto.”

Me sentía horrible en este momento.

“No sé qué me pasó, Wendy, pero estoy bien, sigo viva.” Intenté tranquilizarla.

De repente, una imagen de Wendy y yo practicando apareció en mi mente. ¡Tenía una idea!

“¡Creo que sé qué hacer!” Exclamé. Me sequé las lágrimas muy determinada, le di la vuelta a Wendy sobre su espalda y tomé sus manos. Luego cerré los ojos para invocar mi magia a la superficie de nuevo. La energía que sentía en mi interior era más fuerte que nunca, hacía que cada centímetro de mi cuerpo vibrara a medida que emergía. Tomé este poder, y comencé a tirar de él para que saliera de mi cuerpo y entrara en el de ella. Tiré más fuerte mientras sentía que fluía al igual que la sangre circulaba a través del cuerpo humano. Escuché a Wendy volver a la vida con un jadeo y la miré.

“Gracias a la Diosa de la Luna.” Ni siquiera me tomé el tiempo de pedirle perdón y me apresuré a sujetar las manos de Caleb. Le transferí la misma energía a medida que lo sentía fluir en él. De pronto, saltó como si un rayo lo hubiera golpeado y volvió en sí.

Si bien me había concentrado en devolverles la energía que les había robado a sus dueños originales, el poder que seguía dentro de mí parecía ser más fuerte que antes. Incluso tuve que concentrarme mucho más para poder regresarlo a mi interior. Me senté de rodillas, jadeando por aire, mientras miraba a todos alrededor de la habitación. Ahora, ellos eran mi familia y seguían vivos. Liam dio un paso hacia mí, pero retrocedí.

“No me toques, ¡que nadie me toque!” Corrí a mi habitación y cerré la puerta con seguro.