Renacer en el Incendio: Me Casé con Mi Salvador romance Capítulo 55

El corazón de Karina se desplomó de golpe.

¿Será posible… que la muerte de la madre de Valentín sí tuviera algo que ver con su propia madre?

—No pasa nada, mamá, solo me acordé de repente y me dio curiosidad.

Intentando sonar casual, agregó en voz baja:

—Recuerdo que usted y la señora Magdalena se llevaban tan bien, pero ese día que le pasó lo del accidente, por más que intenté, no logré contactarla.

Al ver que el rostro de su madre se tensaba más y más, Karina suavizó el tono, tratando de tranquilizarla:

—Nomás quería preguntar, ya fue hace mucho, no tiene importancia.

Pero Yolanda, como si hubiera tomado una gran decisión, inhaló profundo antes de hablar:

—Fui a ver a alguien, no llevé el celular.

Karina arqueó las cejas, atenta.

—Kari, no puedo decirte quién era esa persona. No llevé el celular porque… porque no quería que tu papá supiera que fui.

De inmediato, la imagen de un hombre cruzó la mente de Karina.

En su vida pasada, después del accidente de avioneta en el que murieron sus padres, un hombre de mediana edad, al que nunca había visto, llegó acompañado de varias personas y se metió en lo profundo del monte.

Parecía enloquecido, cavando con manos desnudas en la tierra helada, gritando el nombre de su madre hasta quedarse ronco, con los dedos llagados por el frío, sin detenerse hasta que se desmayó y tuvieron que llevárselo cargando.

Nunca volvió a ver a ese hombre.

—Ese día fue la señora Magdalena quien me sacó de la casa —la voz de Yolanda se quebró y los ojos se le pusieron rojos enseguida—. Jamás imaginé que esa sería nuestra última vez juntas…

—Si hubiera sabido que algo así le iba a pasar, no le habría hecho caso, no hubiera ido a ver a esa persona…

Karina lo entendió todo de pronto.

Así que el accidente de Magdalena fue solo eso, un accidente; su madre no tuvo nada que ver.

Entonces, ¿por qué Valentín sigue culpando a la familia Leyva por esa tragedia?

...

De regreso en su cuarto, Karina abrió la ventana de chat de Valentín. Sus dedos bailaban sobre la pantalla, escribiendo y borrando sin parar.

[Lo de aquel año fue un accidente.]

[La muerte de tu madre no tiene nada que ver con la mía.]

Pero después de escribirlo, lo borró todo. De pronto se dio cuenta.

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