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Siete Años para Olvidar romance Capítulo 109

En cuanto Daisy envió el mensaje, alguien la mencionó en el grupo.

Por accidente, al tocar la notificación, abrió el chat y se dio cuenta de que era el grupo de una de esas salidas de convivencia de Grupo Prestige. Ni siquiera lo había guardado en sus contactos, así que se le olvidó salirse.

El mensaje era de Araceli, quien había etiquetado a todos en el grupo.

Desde la primera palabra se notaba que estaba eufórica.

—¿Adivinen a quién me encontré en La Granja del Mar? ¡Me topé con el presidente Aguilar y la directora Espinosa! ¡Vinieron juntos a La Granja del Mar solo para ver la primera nevada! ¡Eso sí que es romántico!

—¿De verdad? ¡La relación del presidente Aguilar y la directora Espinosa es de otro nivel!

—Por ahí dicen que cuando un hombre invita a una mujer a ver la primera nevada, es porque quiere declararle su amor, así que ¿el presidente Aguilar le está confesando sus sentimientos a la directora Espinosa?

—¡Qué bonito! ¡Felicidades!

—¡Que duren para siempre!

En cuestión de segundos, todo el grupo se volcó a enviarles bendiciones y buenos deseos.

Incluso Vanesa, a quien habían mencionado, salió a responder con educación y sin perder el toque de cortesía.

—Gracias a todos por sus buenos deseos.

Al final, compartió con todos una foto recién tomada de la nevada.

En la esquina superior derecha de la imagen se asomaba una silueta muy familiar, con la cabeza inclinada, concentrado en su celular.

La luz del aparato apenas iluminaba el perfil marcado del hombre.

¿Quién más podía ser sino Oliver?

¿Así que lo estaban haciendo público?

Daisy no esperaba que fuera tan pronto, pero tampoco le sorprendía.

Después de todo, hasta las familias ya se habían conocido. Era cuestión de tiempo que lo hicieran oficial.

El chat continuaba saturado de bendiciones y mensajes de emoción por la pareja.

Sin un solo comentario, Daisy salió del grupo y fue directo a su conversación con Oliver. Sin pensarlo mucho, borró el último mensaje que le había enviado.

Del lado de Oliver no hubo reacción alguna, probablemente estaba ocupado.

Aunque, en el fondo, Daisy sentía que era más bien indiferencia.

No era la primera vez que él ignoraba sus mensajes.

¿Cuándo había empezado todo esto?

Daisy se obligó a recordar.

Fue hace más o menos un año que la actitud de Oliver cambió.

Daisy le respondió que sí.

Mirella contestó:

[Entonces te encargo a mi hermano, yo mejor no voy para no ser la tercera rueda.]

Daisy solo pudo sonreír y dejar el mensaje sin respuesta.

Era imposible no entender las intenciones de Mirella.

Pero después de terminar una relación de siete años, Daisy se sentía agotada y sin ánimo de empezar algo nuevo.

Además, la chica lo hacía con buena intención, así que prefirió no arruinarle la ilusión.

Antes de cerrar el chat, su vista se detuvo en la conversación con Oliver.

Seguía sin contestar.

Con decisión, Daisy lo eliminó de sus chats recientes y, tras eso, salió de casa para seguir buscando inversionistas.

Visitó dos empresas por la mañana, pero no consiguió nada.

Al mediodía, compró comida para llevar y fue al hospital a ver a Andrés López. Al llegar, lo encontró trabajando con el suero puesto.

Estaba tan concentrado que ni se dio cuenta de que el suero ya se había acabado y que la sangre estaba regresando por el catéter.

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