Daisy estaba revisando las redes sociales cuando vio que la compañera A había comentado debajo de una publicación en el Instagram de la compañera B:
—Esto sí que es una verdadera salida de equipo.
—Lo que hacíamos antes a lo mucho era una reunión para explotar a la gente como si fuéramos mulas.
La compañera B estuvo totalmente de acuerdo y agregó:
—Nada como la directora Espinosa, con ella sí se puede disfrutar de la buena vida, se come y se bebe delicioso. Además, no solo es guapa y de carácter increíble, sino que viene de familia importante y estudió en el extranjero. Es la pareja perfecta para el presidente Aguilar. Nada que ver con otras personas, que ni conocen el mundo y parecen tan miserables, los lugares que eligen ni ganas me dan de criticarlos. ¡De tan básicos que son!
La compañera A le respondió rápidamente:
—¿Ya andas medio pasada de copas? ¿Bloqueaste a cierta persona?
Cuando Daisy volvió a actualizar la página, la publicación ya había desaparecido.
Era claro que ella era la “cierta persona” de la que hablaban.
En cada publicación nueva, Daisy veía diferentes ángulos de Oliver y Vanesa.
Había una donde Vanesa le daba fruta a Oliver.
En otra, Oliver le ofrecía una brocheta a Vanesa.
En la segunda mitad de la salida, ya no aparecieron por ningún lado.
En uno de los videos alguien preguntaba:
—¿Y el presidente Aguilar y la directora Espinosa? ¿Dónde se metieron?
—Todos somos adultos, ¿todavía no entienden o qué? ¡No sean tan inocentes!
—Yo juraría que los vi regresar juntos al hotel…
Todos en el video reían y bromeaban, claramente disfrutando de la fiesta.
Daisy apartó el celular a un lado y se concentró de nuevo en perfeccionar la propuesta.
Solo esperaba que el documento quedara lo más claro y emotivo posible, para conseguirle a Cintia la oportunidad de una consulta.
…
El lunes temprano, Daisy dejó a Cintia a cargo de la enfermera y fue directo a la entrada principal.
No quería perderse ni una sola oportunidad de cruzarse con el equipo de especialistas.
Pero esperó desde la mañana hasta la tarde, y el equipo nunca llegó. Por más que intentó mantenerse tranquila, la ansiedad empezó a apoderarse de ella.
Miguel le mandó un mensaje:
[¿Puedes regresar a la oficina? Oliver está de malas.]
Daisy no respondió.
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