UN BEBÉ PARA NAVIDAD romance Capítulo 106

Era demasiado obvio a favor de quién se estaba inclinando la balanza, y ya no había motivos para que consideraran a Andrea no apta para cuidar de su hija, así que Basil Gagnon decidió jugarse su siguiente carta.

—Queremos llamar a declarar a la señora Brand.

Andrea respiró profundo pero sabía que debía subir a aquel estrado. Juró sobre la Biblia y esperó el ataque.

—Señora Brand ¿no es cierto que mantiene una relación informal con su jefe y que podría ser despedida en cualquier momento?

—No —respondió ella inmediatamente.

—¿Está segura? Porque hasta donde sabemos, él es quien está pagando su abogado, y si llegaran a separarse ent... —insistió Gagnon.

—Le agradezco su preocupación, licenciado, pero creo que está mal informado. Mi abogado lo paga mi trabajo y lo cubre el seguro de mi empresa. Zack es mi pareja formal, no solo mi amante —respondió Andrea con firmeza.

Andrea vio a Mason apretar los puños pero su abogado no parecía interesarle.

—¿Entonces usted es consciente del nivel de vulnerabilidad laboral que tiene al mantener una relación con él? —insistió Gagnon.

—También soy consciente que hay un sindicato de trabajadores que me respalda y no me pueden despedir solo porque rompí con mi novio —replicó Andrea—. Mejor no le busque por ahí, porque mi contrato de trabajo está blindado en ese aspecto. Pero si lo que está tratando de evidenciar delante del juez es si me acuesto con otra persona que no sea su cliente, le contesto: sí, tanto como puedo.

—¡Eres una zorra! —espetó Mason levantándose—. ¿Cómo puedes decir esto en mis narices? ¡Te voy a demandar por adulterio!

Basil le dirigió una mirada asesina para que se sentara, pero Gazca se puso de pie.

—Estaremos felices de aceptar su demanda por adulterio, señor Lee, si puede probarnos que todavía está casado con la señora Brand.

—¡Ella se acostaba con él desde antes del divorcio! —rugió Mason.

—Y usted salió del país seis horas antes de que su hija naciera y no volvió a entrar hasta hace menos de un mes —replicó Gazca—. No se considera adulterio cuando ya había una demanda de divorcio por abandono de hogar. ¿Está seguro de que quiere seguirle por ahí?

Mason dio un paso hacia él y enseguida se escuchó el mazo del juez.

—¡Orden!

Su Señoría le permitió a Basil seguir con las preguntas, pero era evidente que no tenían nada sólido y desde que sabía que Andrea tenía el video del intento de violación, ya no podía usar a su favor la carta de que Zack Keller era violento.

—¿Entonces usted no tenía conocimiento de que la enfermera le daba una leche mala a la niña? —insistió Gazca.

—¡Ya le dije que no!

—¿Y no usó la enfermedad de su hija para obligar a su madre a volver con usted?

—¿¡Pero está sordo o qué le pasa!? ¡Yo jamás haría eso y lo que menos quiero en el mundo es volver con una mujer como Andrea! —gritó Mason furioso.

El licenciado Gazca sonrió y se acercó a su mesa. Tomó su celular y lo colocó sobre el estrado.

—Entonces seguro que usted podrá explicarnos esto, señor Lee.

Por el altavoz del celular se escuchó un ligero "bip" y luego aquel mensaje de voz, vociferado en medio del mayor ataque de rabia.

"¡Eres una zorra maldit@! ¿¡Estás follando con él!? ¿¡Estás follando con ese cabrón ahora mismo, Andrea!? ¿¡Se te olvidó lo que pasa cuando me provocas, put@!? ¿¡Quieres que vuelva a mandar a la mocosa al hospital!? ¿¡Eh!? ¿¡Eso es lo que quieres!? ¡La última vez solo le di leche mala, pero quién sabe qué se me ocurra ahora! ¡Te lo dije, no te puedes escapar de mí! ¡Nunca te vas a escapar de mí, porque si lo intentas tu mocosa es la que va a sufrir las consecuencias! ¿¡Me oíste!? ¿¡Me estás oyendo, zorra!?..."