UN BEBÉ PARA NAVIDAD romance Capítulo 317

Una hora después tenían las llaves en las manos y Levi y Noémi corrían a recoger las cosas en el departamento para mudarse de inmediato. A la muchacha no le sorprendió lo poco que Levi tenía, ya se había dado cuenta de que no era la clase de hombre que se aferrara a las posesiones materiales, así que en los dos coches cupo todo para un solo viaje.

Ya en la nueva casa, mientras Levi descargaba, Noémi se ocupaba de acondicionar un lindo cuarto para Peter, y Levi se quedó de pie en la puerta, mirándola. Si a él le hubieran dicho tres mil francos, habría dicho que no y la negociación habría terminado ahí. En cambio ella no había dicho que no, ni una vez, solo se había lanzado de cabeza a una estrategia que le había conseguido una linda casa por el precio exacto que él quería pagar, aunque definitivamente valiera más.

Se sentía tan orgulloso de ella que ni siquiera sabía cómo expresar aquella admiración, y por algunos momentos no entendía qué diablos estaba haciendo la CEO del Asterion Bank limpiando la habitación de su hijo. Sin embargo cuando Noémi se dio la vuelta, no vio ni una sola gota de molestia en ella. Hasta parecía que se estaba divirtiendo.

—Eres una cenicienta muy bonita —la provocó y ella le mostró el plumero en señal de advertencia.

—Ya es tarde, vamos por Peter que quiero verlo conocer su nueva casa... y también quiero sacarle el dedo a la estúpida de tu vecina stripper cuando te lleve de ahí.

Levi casi puso los ojos en blanco, pero aprovechó la vuelta al departamento para entregarle sus llaves al casero, recoger su fianza y esperar a que Iris trajera al bebé. Le dio la nueva dirección a la que debía recogerlo la siguiente vez, y los tres se fueron a la casa nueva.

Por supuesto que Peter no entendía nada de nada, pero Noémi parecía una guía turística mientras lo paseaba, contándole en qué escalón se iba a tropezar, dónde su papá iba a rayar la pared para medirlo y en qué compartimento secreto de sus cajones podía esconder los dulces.

Poco después de su baño y su biberón se quedó dormido y Noémi se despidió.

—Tengo que ir a cenar con mis padres...

—¡Oye! ¿Cómo puedes hacerme eso? ¡Es noche de estreno de casa! —protestó Levi—. ¿Cómo se supone que la voy a estrenar sin ti?

Noémi se levantó en las puntas de los pies y le dio un beso suave.

—Pues si dejas tu ventana abierta, a lo mejor me cuelo por ella.

Verifique o captcha para ler o conteúdoVerificar