Sabiendo que ya no podía prolongar su entrada, se quitó el saco para protegerla del calor y sin dudarlo un solo segundo, se adentró en el fuego sin importar que pudiera quemarse. Mientras les gritaba a los espectadores:
¡Llamen a una ambulancia y a los bomberos!
Su camisa blanca, Estaba siendo consumida por las llamas, pero ignoraba ello y pasando a través del fuego, llegó a Kim quien cubrió con el saco y la cargó en sus brazos intentando protegerla de las llamas hambrientas por consumirlos.
Entrar en esa habitación había sido como experimentar el infierno y por ello, cuando salieron, sintió Alessandro un poco de alivio por la presión del calor, que había disminuido al salir. Pero, aún estaba preocupado por la inconsciencia de Kim.
La ambulancia tardara cinco minutos. — comenta uno de los vigilantes.
Cinco minutos es demasiado, ¿no hay manera de llamar a alguien más cercano? — pregunta Alessandro nervioso mientras coloca a Kim suavemente en el suelo para poder revisarla.
Lucía, quien apenas bajaba del auto, sube a su apartamento y es cuando llega al piso, que se da cuenta de todo. Al ver a Alessandro Delacroix, golpeando levemente el rostro de Kim quien se encuentra inconsciente en el suelo, se desespera.
¡Kimmi! — grita horrorizada mientras corre hacia Kim con lágrimas nublando su vista.
Señorita Parker. — comenta el vigilante más antiguo del edificio.
¿Qué pasó?
Un incendio. — responde uno de los vecinos mientras Alessandro desesperado, golpea el rostro de Kim.
Señorita Morgan, despierte. Ya está a salvo. — murmura Alessandro intentando sonar calmado, pero se notaba el desespero.
Kimmi, estoy aquí. Abre los ojos por favor. — pide Lucía mientras escucha el sonido de la sirena.
Al poco tiempo, los paramédicos llegan y se llevan a Kim mientras Alessandro va con ellos, seguido de Lucía. Los bomberos llegan y comienzan a apaciguar el fuego mientras a Kim la suben a la ambulancia.
No sé cuánto tiempo estuvo en el fuego, pero deben hacer todo por salvarla. Ella… está embarazada. Ninguno de los dos tienen permitido perderlos. — dice Alessandro desesperado.
Los doctores se encargarán de ello ¿Va a ir con nosotros? Debe también atender sus heridas. — pregunta el paramédico.
Mis heridas no importan, concéntrense en ella. Y si voy a ir con ustedes. Moriría de la angustia si no sé qué les pasa. — le responde para después subir a la ambulancia y desde allí lanzar las llaves de su auto a Lucía — señorita Parker, use mi auto, nos vemos allá — dice para después, el paramédico cerrar las puertas de la ambulancia mientras el segundo paramédico revisa a Kim.
Durante el trayecto, Alessandro se muestra preocupado revisando que Kim respire realmente con la máscara de oxígeno. El ruido de la ambulancia que detestaba, dejó de importarle y se concentró en solo mirar a su secretaria, mientras imploraba que todo saliera bien.
El viaje, de menos de media hora, había sido para él eterno y cuando bajaron a Kim, Alessandro se desesperó corriendo detrás de los médicos de turno que la recibían en la puerta.
Paciente en gestación, ha sido trasladada por inhalación de humo y quemaduras por fuego. La encontramos inconsciente en el lugar de los hechos. La mujer….
El paramédico continúa hablando en términos médicos que él no entiende y tampoco presta atención, al tener la misma, enfocada en la mujer de cabello castaño y piel pálida.
Señor, ¿sabe si es alérgica a algún medicamento? ¿Sabe su tipo de sangre? ¿Sabe su…? — el doctor sigue preguntando y cada pregunta es más compleja que la anterior.
Alessandro Delacroix, escasamente sabía el nombre de su secretaria y que en su útero, estaba la última muestra de esperma que había almacenado siendo adolescente y que estaba era la única manera rápida de ser padre.
Por lo que, la demás información de ella, era desconocido y fue en ese momento que se sintió culpable por no saber la información de su secretaria y ahora, madre de su hijo.
No lo sé. Su amiga viene en camino, ella debe saber todo eso.
Yo puedo revisarla, si me lo permiten — interviene Lucía.
Agradezco tu ayuda. Pero, solo estaré tranquilo si la revisa una ginecóloga con más experiencia — dice Alessandro y Lucía asiente alejándose un poco.
Lucía, quién observa todo a poca distancia, sonríe complacida al ver como el rico portador, como ella lo llama, está tan atento con la mujer que robo su esperma.
Por lo menos, será un buen padre. Aunque no, un buen cuñado. El hombre, sin duda, nos detesta. — dice Lu mentalmente.
A Kim, la revisan y la llevan a la sala VIP donde le dan las mejores atenciones mientras ella sigue inconsciente. Después de hacerle los estudios y darle los medicamentos pertinentes, ella lentamente empieza a recobrar la consciencia, tosiendo un poco, lo cual, preocupa a Alessandro.
Ella…
Eso es normal, no se preocupe, señor Delacroix.
Después de Kim dejar de toser humo, lo primero que enfoca es a Alessandro Delacroix, el CEO que es el padre de su hijo. El miedo le invade al saber que le sucedió y cuán enojado estaba, pero todo desparece cuando Alessandro la observa con preocupación y le susurra:
Todo está bien. Ambos lo están, así que, no vayas a preocuparte demasiado. Los dos están siendo atendidos por los mejores médicos. Nada va a pasarles — promete Alessandro y ella asiente susurrando.
Gracias, señor Delacroix.
No debes agradecerme, es mi deber velar porque los dos estén bien — comenta haciendo que Lucía ahogue un chillido emocionada por la escena magnífica que ve.
Bueno, quizás si sea un buen esposo. — susurra Lucía mentalmente.

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