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Florecer en Cenizas romance Capítulo 251

Ella también se vio obligada, el trabajo que tenía era su única salida. Como madre soltera, debía hacer lo que fuera necesario por su hijo.

—¿Llamamos a la policía? —preguntó Carlos, mirando a Fabiola con preocupación.

Ahora sí que lo tenía claro: Fabiola apenas había salido del infierno con Sebastián, solo para meterse de lleno en la boca del lobo con la familia Lucero.

—Por respeto a Agustín, no he llamado directamente a la policía para que te arresten. Pero, Sofía, después de lo que hiciste, no puedo dejarte quedarte. Vuelve a la casa de la familia Lucero. Este departamento, Agustín dijo que me lo regalaba cuando nos casamos, así que yo decido quién se queda aquí —Fabiola miró fijamente a Sofía.

No podía permitir que siguieran quedando personas del viejo en su casa.

—El señor no va a estar de acuerdo. Él no está acostumbrado a que lo atienda otra persona… —Sofía se notaba nerviosa, casi desesperada. El encargo del viejo era obligatorio. Si no lo cumplía, ni siquiera podría volver a la casa de la familia Lucero.

—En esta casa, Fabiola es la que manda —la voz de Agustín llegó desde la puerta.

Fabiola volteó, sorprendida.

¿Agustín? ¿Por qué había regresado tan de repente?

Había colgado la videollamada hacía poco más de dos horas. ¿Había venido desde Pueblo Libre solo por esto?

—Agustín… —Fabiola sintió el corazón a mil y, sin pensarlo, corrió a abrazarlo.

Agustín sonrió. Todo rastro de cansancio desapareció de su cara.

—Señor… —Sofía se veía aún más inquieta.

—Agustín, Fabiola es tu esposa, tienes la obligación de protegerla. Ya van varias veces que la atacan, que si el aborto, que si la drogan. ¿Cuándo va a poder tener una vida tranquila? —le reclamó Carlos, indignado.

Sabía bien que no era culpa directa de Agustín, pero conocía la situación dentro de la familia Lucero. Por eso mismo, él debía ser más cuidadoso y cuidar mejor a Fabiola.

—Yo puedo cuidarme sola… —se apresuró a decir Fabiola. No quería ser una carga para Agustín.

—Quiero una explicación sobre lo que pasó con la medicina —la voz de Agustín se volvió dura, mirando fijamente a Sofía.

Sofía bajó la cabeza, temblorosa. Sabía que Agustín estaba de malas.

Había pasado tantos años cuidándolo y pocas veces lo había visto así de molesto.

Capítulo 251 1

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