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Florecer en Cenizas romance Capítulo 399

Este círculo de gente, la neta, es como una jauría: te devoran y ni las sobras te dejan. Se juntan todos para armarle la jugada a uno solo, queriendo que no quede ni rastro. Aprovecharon que él podía servirles para darle guerra a su hermano Agustín, y aun así, no les bastó: querían aplastarlo, convertirlo en su marioneta de por vida.

Antes, un chico salido de un lugar tan sencillo como Aldea Horizonte Marino jamás habría sospechado lo que se cocía en esos ambientes. Al principio le costó digerirlo, pero solo fue un impacto breve.

Recargado contra la pared afuera del baño, sacó su celular y, sin que nadie lo notara, le mandó un mensaje a su hermano.

Ahora mismo necesitaba un poco de consuelo.

[Hermano, se pusieron de acuerdo para ir contra mí. Dicen que van a buscar algo para tenerme agarrado y que después siempre voy a tener que hacerles caso. Hasta quieren que agarre malos hábitos.]

Al final, le añadió un emoji de carita triste.

...

En el departamento de Agustín.

Estaba tratando de dormir a Fabiola cuando su celular vibró otra vez.

—¿Qué, ya tienes a otra mujer? —preguntó Fabiola, asomando la cabeza y buscando la mirada de Agustín.

Agustín, resignado, tomó el celular y vio que era Gastón.

Ni ganas le daban de contestar; eso de cuidar niños no era lo suyo. Además, ya había escuchado de refilón los planes de ese grupo y, para ser honestos, ni todos juntos le llegaban a los talones a Gastón. Pero ahí estaba su hermano, haciendo drama y buscándolo para quejarse y pedirle cobijo.

—Deberías borrar WhatsApp —rezongó Agustín para sí, fastidiado—. Si no tienes nada urgente, no me escribas ni me busques…

Pero Gastón, necio, cada que se aburría lo buscaba solo para molestarlo un rato.

Agustín no entendía esas mañas, ni le interesaba. Pero Fabiola sí parecía comprender a Gastón, quizá porque veía en él la inseguridad de quien no ha tenido cariño suficiente.

Acurrucada en su pecho, Fabiola le picoteó el brazo con los dedos.

—Oye, deberías tratarlo con más paciencia. Violeta y su bola no son de fiar, y si llegan a pasarse de listos, Gastón está verde, puede caer fácil en sus trampas y arruinarse la vida.

Capítulo 399 1

Capítulo 399 2

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