Florecer en Cenizas romance Capítulo 400

Varios juniors se miraron entre sí, se pasaron una seña y, entre risas, se levantaron de sus asientos para comenzar a echarle flores.

—¡Sr. Gastón!

—Siempre escuchábamos a Violeta hablar de ti, pero jamás pensamos que fueras tan guapo —empezaron a decir uno tras otro, todos queriendo quedar bien. Entre ellos, un tal Felipe le hizo una seña a un grupo de chicas que bailaban cerca de la pista.

En seguida, varias de esas chicas se acercaron a Gastón y le ofrecieron un trago.

—Señor Gastón, te invitamos una copa.

Gastón, mientras tanto, estaba sumido en sus pensamientos. Buscaba la manera de dejarse atrapar un poco, pero sin perder el control de la situación.

Antes de que pudiera idear algo, de repente una de las chicas dejó caer su bebida encima de él.

—Perdón, perdón, no fue mi intención —la muchacha parecía a punto de echarse a llorar, sacó unas servilletas y comenzó a limpiar el pecho de Gastón.

La chica, con toda la intención del mundo, levantó la camisa de Gastón para “limpiar” sus abdominales, aprovechando para tocarlo lo más que pudo.

Gastón, con su inocencia intacta, nunca había tenido novia. De inmediato se puso rojo como jitomate y se apartó, incómodo.

A los ojos de los juniors, eso solo significaba una cosa: Gastón había caído ante el encanto de la chica.

Felipe se acercó sonriendo.

—Gastón, ¿qué tal la chica? Es del instituto de danza de al lado. ¿Te gusta?

Gastón pensó en rechazar la propuesta de plano, pero calculó que, al final, dejarse llevar por la táctica de la belleza era lo más sencillo de manejar.

Podía controlar la situación después.

—Si te gusta, que se quede contigo esta noche —Felipe, viendo que Gastón se ponía aún más rojo, le susurró al oído con tono de broma.

Gastón se sonrojó todavía más.

—No digas eso… Si de verdad me gustara, tendría que esforzarme para conquistarla.

La chica encargada de coquetear con Gastón se quedó pasmada. Conocía bien cómo eran esos juniors: para ellos, las chicas solo eran un pasatiempo. Por eso, toparse con alguien tan inocente como Gastón la dejó de piedra.

—Jajajaja, Gastón, eres lo máximo. ¿A poco si te gusta te vas a poner a conquistarla y todo? ¿También te vas a querer casar con ella o qué? —otro junior soltó la carcajada con burla.

Gastón se quedó callado, solo se inclinó para hablarle bajito a la chica:

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