Herederos para el Enfermo CEO romance Capítulo 29

Después de haber pasado la noche en vela, Madison solicitó a Ralph que fuera a descansar, mientras ella esperaba noticias. Tomó su móvil y le marcó a su cuñada Hanna.

—Buenos días —saludó Madison, intentando escucharse tranquila.

—Hola —Hanna contestó aclarándose la voz.

— ¿Cómo están los niños? —preguntó con preocupación.

—Despertaron en medio de la noche, preguntando por ti —respondió algo adormilada—, en este momento están durmiendo —dio un largo bostezo.

—Lamento que te desvelaran.

—No te preocupes, soy su tía favorita —expresó bajito—, nos tienen muy preocupados, ¿cómo están las cosas entre Alexander y tú?

Presionó con fuerza sus párpados y contuvo el aire para no soltarse a llorar.

—A ti no te puedo mentir —expresó con sinceridad—, Alexander está furioso conmigo, salió de la casa por la tarde, me dijo que necesitaba tiempo y se lo estoy dando —resopló.

— ¡Ay no! —exclamó Hanna—, Alexander es un hombre muy rencoroso, espero que puedas darle una explicación y que él la comprenda, porque estoy segura que la tienes, ¿verdad?

—Sí, la tengo —expresó y observó que se acercaba el médico.

—Tengo que colgar, más tarde voy por los gemelos, te los encargo mucho —murmuró en un hilo de voz.

—Comprendo que debes necesitar tu espacio —respondió—, pero mejor háblame cuando te sientas mejor y yo llevo a los pequeños a la casa —indicó pensando en las palabras que le había dicho su madre.

—Así lo haré, nos vemos más tarde. —Madison finalizó la llamada.

El médico esperó en la sala de espera a que la chica terminara la llamada que estaba haciendo.

— ¿Cómo se encuentra Alexander? —preguntó Madison.

—La fiebre comenzó a descender —mencionó más aliviado—, tiene muchas ganas de seguir viviendo, está luchando por hacerlo.

La chica dibujó una sonrisa en sus labios.

—Me alegra mucho —expresó con emotividad.

—En un rato lo sacaremos de la sedación.

—Cuando despierte, ¿podré verlo? —cuestionó sintiendo como su pecho latía acelerado.

—Claro que sí —el médico respondió—, te vengo a avisar.

Madison recargó su cabeza en el respaldo del sillón y cerró sus ojos dormitando un poco.

***

Después de atender una importante junta, James hizo que pasara al abogado que había citado.

—Buenos días —dijo el hombre y tomó asiento.

—Muchas gracias por venir —refirió James.

— ¿En qué le puedo servir? —cuestionó el abogado.

—Lo hice venir porque requiero atienda dos asuntos importantes para mí.

—Lo escucho —refirió el abogado.

—El primero es que deseo divorciarme de la señora Alice Hilton, lo antes posible —solicitó—, pero necesito que me ayude a investigar lo que me corresponde por derecho, ya que en el tiempo que llevamos de casados, hemos adquirido bienes, de los cuales me corresponden —indicó—, además quiero me ayude a redactar un convenio de confidencialidad, en donde solicite una cuantiosa cantidad de dinero, para evitar un escándalo.

—Comprendo, voy a requerir que me dé una copia de su certificado de matrimonio y me haga un listado de los bienes que adquirieron, para ayudarlo.

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Herederos para el Enfermo CEO