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La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 570

Como Florencia no dijo nada, no se atrevieron a acercarse para darle instrucciones a Petra.

Pensaron que Petra se sentiría humillada por los comentarios de Florencia, pero ella mantuvo la compostura. Miró a Florencia y dijo con una sonrisa:

—Ya le dije desde el principio que no sabía jugar. ¿No dijo usted que me iba a enseñar, señorita Florencia?

—Por lo que veo, no tiene ninguna intención de hacerlo, así que tendré que pedirle al señor Benjamín que me enseñe.

Dicho esto, Petra tomó su palo de golf y se dispuso a marcharse.

En ese momento, Florencia la agarró de la mano. Con una expresión desagradable, le espetó con frialdad:

—Solo buscas una excusa para pegarte a Benjamín.

Petra, todavía sonriendo y con los ojos entrecerrados, respondió:

—Así es. ¿Cómo iba a desaprovechar una oportunidad tan buena?

Florencia respiró hondo, apretando la mano de Petra con todas sus fuerzas.

Petra la miró.

—¿Qué pasa, señorita Florencia? ¿Cambió de opinión? ¿Aún piensa enseñarme?

La cara de Florencia no era nada amigable, pero para evitar que Petra fuera a molestar a Benjamín, dijo con frialdad:

—Te enseñaré, pero no pareces tener madera para esto.

Petra sonrió.

—Si no me enseña, ¿cómo sabrá que no tengo madera?

Florencia apretó los dientes en secreto. Joel le había prometido que le mencionaría a Benjamín el tema del matrimonio entre las dos familias, y no podía permitir que Petra se interpusiera en ese momento.

Así que, aguantando su disgusto, se dispuso a enseñarle a Petra a jugar.

Florencia, con la intención de dejarla en ridículo, le enseñaba a medias cada vez, llenando sus instrucciones de comentarios sarcásticos.

Petra sabía que Florencia no le estaba enseñando en serio, pero aun así escuchaba con atención, aprendía y seguía sus indicaciones.

Florencia, al verla fallar varias veces, sonrió con aire de suficiencia.

—¿Cómo podría haberlo hecho a propósito?

—¡Señorita Florencia, está sangrando! ¡Llamen a un médico rápido!

El *caddie* ya había llamado al médico, que venía en camino.

...

Al otro lado del campo.

Joel apenas había logrado que Benjamín accediera a hablar y no habían llegado al punto importante cuando sonó el *walkie-talkie* del *caddie* que estaba detrás de Benjamín.

—La señorita Florencia está herida.

Benjamín frunció el ceño al oírlo. Le entregó el palo de golf al *caddie* y se dirigió hacia el otro campo.

Joel, con una expresión de fastidio, lo siguió.

Esa Florencia, de verdad que era más un estorbo que una ayuda.

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