Entrar Via

Mi Marido Prestado romance Capítulo 15

Blanca ni siquiera pudo prestarle atención a Ángel, que seguía llorando. De inmediato se acercó a Eleonor, intentando descifrarle el semblante.

—Señora, ¿usted está bien?... Ahora la gente en internet anda con todo, esas fotos seguro son montajes. Mejor espere a que Fabián regrese, y le pregunta frente a frente, ¿no cree?

—Ajá.

Eleonor levantó la tapadera del tazón y empezó a beber su sopa de cebolla en silencio, la mirada perdida en la superficie humeante.

¿Si era cierto o no?

La noche anterior ya lo había visto con sus propios ojos.

No tenía nada que preguntar.

Fue entonces que Blanca notó cómo tenía los ojos, tan hinchados que daban lástima.

Dudó varias veces, pero al final subió a su cuarto y llamó a la casa principal.

—Sí, señora. La señora seguro ya vio la noticia desde hace rato. Ni bajó a comer y los ojos... bueno, lloró tanto que se le hincharon...

En la casa principal nadie estaba al tanto de los chismes de farándula. Pero en cuanto se enteraron, el escándalo explotó.

¡El cuñado y la viuda!

Armar semejante circo... ¿y la familia Valdés todavía puede andar por ahí con la cabeza en alto? ¿Qué va a decir la gente?

La abuela, de la impresión, se tragó dos pastillas para el corazón, pero ni así se le bajó el coraje; acabó desmayándose.

En la casa principal de los Valdés el caos reinaba.

Comparada con ese desorden, Eleonor parecía la calma en persona.

Terminó su sopa de cebolla sin apuro, subió las escaleras con sus ojos hinchados, aguantando la mirada comprensiva de Blanca.

Apenas cerró la puerta de su cuarto cuando le entró una videollamada de Florencia.

—Te lo juro, yo no fui.

Florencia se apresuraba a limpiar su nombre.

—Nada más ve el ángulo de esas fotos, ni de broma son las que yo saqué.

—Ya sé.

Eleonor entró al baño, puso el celular en altavoz sobre la encimera y rebuscó en el mini refrigerador un antifaz para los ojos.

—Tú ni de chiste lo habrías mandado tan rápido. Si fuera por ti, primero le sacabas una lana a Fabián antes de andar filtrando cosas.

Cuando estaba abajo, Eleonor ya se había puesto a investigar.

El chisme había empezado desde la noche anterior, solo que hasta hacía dos horas había explotado por completo.

La forma en que se esparció era demasiado natural.

Seguro fue obra de algún enemigo de Fabián en los negocios.

Florencia soltó una carcajada.

—Ay, no digas eso, yo soy abogada, ¿ok? No ando en esas cosas de chantajear gente.

—Sí, sí, claro.

Eleonor la siguió el juego mientras se acomodaba el antifaz.

—Tú solo cobras una tarifa justa por administrar fotos comprometedoras, ¿no?

—¡Qué cosas dices!

Capítulo 15 1

Capítulo 15 2

Capítulo 15 3

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi Marido Prestado