Resumo do capítulo Capítulo 100 do livro ¡Por favor, sé mi pareja! de Internet
Descubra os acontecimentos mais importantes de Capítulo 100, um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance ¡Por favor, sé mi pareja!. Com a escrita envolvente de Internet, esta obra-prima do gênero Hombre lobo continua a emocionar e surpreender a cada página.
Punto de vista de Riven
Me sentía enojada y muy confundida. Él no tenía ningún derecho a hacer lo que había hecho. Me había olido, abrazado e incluso me había lanzado una mirada profunda para tratar de seducirme. No tenía derecho a actuar como si esta situación fuera normal, como si no estuviera aquí preguntándole por qué me había engañado. Además, no lo negó, tan solo fingió que no había pasado nada, ¡ni siquiera se disculpó conmigo!
Este simple pensamiento me estaba enloqueciendo. Traté de mantener la calma, pero él tiró de mí como si disfrutara verme en este estado. Me miraba como si estuviera viendo la gema más preciosa del mundo y mi corazón quería creer al menos una vez que era verdad. No obstante, mi cerebro seguía reproduciendo como una película la misma serie de imágenes de cuando me engañó y coqueteó con otra mujer.
“¿Y bien? ¿Admites que me engañaste?”.
“Disculpa, ¿qué?”.
“¿Por qué, Zaden?”.
“Riven, eso no es cierto”.
“¿En serio no me vas a responder? Alfa Zaden, creo que no tienes nada más que decir”. Levanté la cabeza para mirarlo a los ojos. “Gracias por no decir nada en tu defensa. Además, como eres un Alfa despiadado y obstinado, sé que no vas a pedirme perdón. Mi corazón quería darte la oportunidad de que me explicaras todo, pero supongo que eso ha sido todo. Adiós, espero no volver a ver tu cara nunca más”.
“Espera, Riven”. Intentó detenerme, pero salí corriendo por la puerta.
Damon y Kyle me siguieron, y todos salimos de la casa en dirección a nuestro coche, pero no sin antes despedirme de Emma como se debía. Aunque sabía que ella no estaba feliz por mi partida, al menos esta vez me iba en paz.
Nuestra siguiente parada sería la casa de la manada de mis padres. Ellos también debían responderme algunas preguntas. Sin embargo, los chicos querían descansar un poco antes de ir, así que nos dirigimos a un territorio neutral que estaba cerca y alquilamos una cabaña para pasar la noche.
“¡Hogar, dulce hogar!”, exclamó Liam lleno de felicidad sin importarle si el mundo entero lo había escuchado. Caminó hacia la chimenea y dejó caer sus maletas.
“¿Por qué tienes que gritar así? No estamos sordos, haces que me duela la cabeza”. Kyle gimió, frotándose la cabeza de manera exagerada como si alguien estuviera golpeándolo con un martillo. Puse los ojos en blanco al escucharlo porque había lidiado con sus peleas por mucho tiempo y sabía que solo estaba tratando de molestar a su hermano.
“Riven, dile algo”. Liam hizo un puchero como un niño pequeño.
“Lo siento, Liam, pero estoy de acuerdo con Kyle”. Me miró indignado y levanté mis manos en señal de rendición.
Chasqueé los dedos y descongelé a Cole. Quería preguntarle por qué estaba enojado, pero se fue al instante y no me dio la oportunidad de hablar con él.
Todos se fueron uno tras otro y me quedé sola en la sala de estar. Caminé a la cocina, tomé un vaso y lo llené con agua mientras pensaba en cómo resultarían las cosas al día siguiente. Tenía muchas preguntas que hacerles a mis padres. Además, no estaba segura de cómo iban a reaccionar cuando se enteraran que había rechazado a mi compañero. Sacudí la cabeza porque sabía que estaba pensando demasiado en este momento. Me estaba preocupando por nada. Bueno, no era ‘nada’, pero no valía la pena. Eran más de las ocho de la noche, pero seguía ansiosa, por lo que decidí que sería bueno salir a correr. Subí las escaleras a toda prisa y le avisé a Kyle que saldría a través de la puerta sin necesidad de entrar a su habitación. Me dijo que estaba bien y que tuviera cuidado.
Salí, me senté al lado de un árbol grande y me desnudé. Coloqué mi ropa junto al tronco con mucho cuidado y me convertí en mi loba. Sacudí mi pelaje y disfruté de la sensación de estar en mi verdadera forma. Casi nunca estaba así porque era demasiado peligroso sin importar dónde estuviera. No obstante, era diferente con los lobos sin manada. No me escondía de ellos e incluso practicaba la mayor parte del tiempo en mi forma de loba, esto también había fortalecido a Rhea. Resultó que era bueno para mí que dejara salir a mi loba más a menudo. Estiré mis extremidades y salí a máxima velocidad. No pensaba en cuánto tiempo había estado corriendo o a dónde me dirigía, pero me detuve cuando escuché el sonido de una corriente de agua. Me acerqué al sonido, vi un río y comencé a seguir la corriente. No mucho después, llegué a un hermoso lago. La luz de la luna brillaba sobre el agua y emitía la cantidad perfecta de luz para dibujar una linda noche.
Pensé en añadir algo más a su belleza, así que coloqué mis patas en el suelo y me concentré en la energía almacenada bajo tierra. De pronto, comenzaron a crecer unas hermosas flores. Tal y como imaginaba, la vista era serena y hermosa. Caminé cerca de las flores, observándolas feliz y disfrutando de este momento. No tenía ninguna responsabilidad, solo la libertad para ser yo misma.
Después de un rato, decidí que sería mejor que regresara. No obstante, me detuve de inmediato mientras se me erizaba el pelaje de la parte trasera de mi cabeza. Me agaché, lista para abalanzarme sobre cualquier persona o cosa que quisiera atacarme. Escuché con atención para intentar localizar lo que estaba cerca de mí, pero no había nada, ni movimientos, ni sonidos. Todo estaba en silencio, pero podía sentir que algo o alguien estaba aquí, observándome. Decidí regresar con los demás con la guardia en alto en caso de que lo que fuera que me estuviera observando decidiera atacarme.
Comencé a caminar de regreso alerta porque todavía sentía la presencia cerca de mí. Olfateé el aire varias veces, pero no sentí nada hasta que por fin pude olerlo. No había duda alguna de que era el mismo aroma que adoraba y despreciaba al mismo tiempo.
“Zaden”.
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