¡Por favor, sé mi pareja! romance Capítulo 101

Punto de vista de Riven

“Zaden”.

Me puse nerviosa. ¿Qué estaba haciendo aquí? Esperé a que hiciera un movimiento o saliera, pero no lo hizo. Pasó un tiempo sin que pudiera sentirlo y solté un suspiró que no sabía que estaba conteniendo, pero no podía bajar la guardia. ¡M*erda!

¿Por qué estaba aquí? Este no era su territorio. Ignoré mis pensamientos, cogí mi ropa con mi boca, corrí a la cabaña y me las arreglé para abrir la puerta. De ninguna manera me cambiaría afuera. Cerré la puerta detrás de mí y me vestí. Me sentía agotada. Bostecé mientras subía las escaleras para por fin poder dormir un poco.

Punto de vista de Zaden

Me quedé perplejo al ver a Riven saliendo de mi estudio sin siquiera voltear a verme. No entendía de qué estaba hablando. Dijo que se había ido porque la había engañado con otra mujer, pero nunca haría algo así.

Era verdad que había sido rudo con ella al principio y que, una vez que perdí el control de mi deseo, casi me aprovecho de ella, de lo cual todavía me sentía arrepentido. Nunca la había tratado con respeto, aunque lo merecía, porque por su actitud cuando nos conocimos me dio la impresión de que era una mocosa que necesitaba que le enseñaran modales. Sin embargo, con el paso del tiempo, me di cuenta de que se estaba esforzando por ser una buena Luna para mi manada. Dio su mejor esfuerzo, luchó contra los renegados y cuidaba a los niños en la guardería.

Yo nunca lo había admitido, pero hiciera lo que hiciera, lo hacía con toda su dedicación.

De repente, Lorcan entró en mi estudio, interrumpiendo mis pensamientos.

“Emma me acaba de decir que la Luna vino para hablar contigo sobre aclarar unas cosas. ¿De qué se trataba? ¿Dónde está ahora?”.

“Se fue”.

Me detuve y pensé por un momento: “Tal vez tengas razón, pero ¿quién querría separarnos? Tengo muchos enemigos, pero no sé quién sería tan atrevido como para…”.

De repente, una voz me interrumpió. “Pero si nunca trataste de construir una relación saludable con ella y la llevaste al límite”. Ambos volteamos en dirección al sonido y vimos a Emma entrando en la habitación. “Lamento interrumpir, pero tú la quebraste, Alfa”.

“¿De qué estás hablando?”, pregunté.

“Huyó por tu culpa. No me importa si se fue porque cree que la engañaste, nunca trataste de construir una buena relación con ella. Te dio muchas oportunidades, pero siempre le faltaste el respeto. Ahora ya no está y eres el único culpable”.

“¡No! Le pediré perdón y haré cualquier cosa para que regrese a mi lado”.