Resumo de Capítulo 118 – Capítulo essencial de ¡Por favor, sé mi pareja! por Internet
O capítulo Capítulo 118 é um dos momentos mais intensos da obra ¡Por favor, sé mi pareja!, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Hombre lobo, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Punto de vista de Riven
“¿Qué…? Es increíble”.
“¿De verdad?”.
“Sí”.
“Vale, te esperaré abajo para que puedas bañarte sin ninguna interrupción”.
“Vale, gracias”.
A decir verdad, nunca hubiera imaginado que él haría algo como esto. ¿Era solo por nuestro desafío?
En fin, lo mejor sería que disfrutara del baño mientras pudiera. Me quité la ropa y me tomé mi tiempo para admirar todo. El agua tibia me removió el polvo y el cansancio del cuerpo. La música era relajante y casi me quedé dormida durante mi baño. Cuando terminé, me sentía renovada y tranquila. Salí envuelta en una toalla mientras me secaba el cabello y vi algo sobre la cama. Era una bolsa para ropa. En el interior, había un lindo vestido floral rojo y púrpura que lucía cómodo junto a una nota que decía: “Te espero abajo”.
“Mmm”, pensé mientras me lo ponía. Era un vestido sin mangas que se ajustaba a mi pecho y abdomen hasta la altura de las caderas, donde comenzaba la caída de la tela que llegaba a unos cinco centímetros sobre mis rodillas. Asentí para mí misma mientras me miraba en el espejo con mi vestido nuevo y mi cabello ondulado que colgaba por debajo de mis hombros. “Esto es lo que llamo perfecto”. Me reí mientras me daba la vuelta para salir de la habitación.
Salí y me uní a todos en el área común, donde me encontré con Emma.
“Ems, ¿tú elegiste este vestido para mí?”.
“No, fue el Alfa”.
“¿En serio?”.
“Sí”.
“No lo puedo creer”.
“¿Por qué no? Te queda bien”.
“No, por nada. Solo estoy muy sorprendida”.
“Oh, solo espera y verás. Vamos a la cocina. El Alfa cocinó para todos hoy”.
“Zaden no deja de sorprenderme este día”.
“Es cierto”.
Entramos a la cocina y sentimos el increíble aroma de la comida italiana. Había diferentes platos servidos, entre ellos guacamole, ensalada, goulash y helado de arándanos. Toda la comida olía deliciosa. De repente, sentí una mano en mi espalda que me hizo experimentar escalofríos en todo mi cuerpo.
“¿Disfrutaste de tu baño?”.
“Sí”.
“Me alegro. Ahora, ven, vamos a comer algo. Debes estar muriendo de hambre”.
Acomodó una silla para que me sentara y tomé asiento.
“Gracias y sí, tengo mucha hambre”, respondí.
Zaden me sirvió primero a mí y luego a él. Era un lado suyo que nunca había visto, podía sentir cómo bajaba mi guardia. Debía admitir que hoy tenía un aspecto diferente al de todos los días. Llevaba unos vaqueros oscuros que cubrían sus piernas tonificadas y una camisa negra con botones tan apretada que parecía estar pintada sobre su pecho definido. Tenía las mangas largas levantadas justo debajo de sus codos, lo que acentuaba mucho más sus brazos musculosos. Levanté la vista y me di cuenta de que me estaba mirando. Miré hacia otro lado de inmediato y traté de ocultar mi vergüenza. Me sonrojé al pensar que me había atrapado con las manos en la masa mientras lo miraba, así que comencé a comer en silencio. Cuando terminamos, Zaden se puso de pie y la manada guardó silencio para escucharlo.
“No es nada. Después de todo, era un desafío y ganaste”.
“No fue solo un desafío para mí. Lo que dije hace un momento era verdad. Te negué tus derechos como mi compañera y ese fue el mayor error que he cometido en mi vida, pero intentaré corregirlo”.
Decidí cambiar de tema porque nuestra conversación se estaba volviendo demasiado seria.
“Entonces, ¿qué planes tienes para nuestra cita? ¿Qué debería ponerme?”.
Me sonrió y se inclinó hacia mi oído. Su suave y cálido aliento en mi cuello y oído casi me hace sentir descargas eléctricas por toda mi columna. Ni siquiera estaba segura de cómo me las estaba arreglando para mantenerme erguida ante su presencia tan intimidante.
“Ponte cualquier cosa que te haga sentir cómoda. Al fin y al cabo, luces hermosa con o sin ropa”.
Se me cortó la respiración por la forma en que habló. Con cada segundo que pasaba, se me hacía cada vez más difícil soportar esta dulce tortura. Traté de controlar mis manos temblorosas mientras lo olía y me sentía como una colegiala que quería gritar porque el chico que le gustaba estaba de pie junto a ella.
¿Qué me estaba pasando?
“Vale, debes estar lista mañana por la mañana”, dijo y se alejó de mí.
¿Una cita? ¡¿Qué?! ¿De verdad íbamos a tener una cita al día siguiente? No estaba molesta por haber perdido el desafío con Zaden o la apuesta con Emma. Todo lo contrario, quería saltar de alegría como si acabara de ganar la lotería.
“¿Qué opinas, Rhea? ¿Crees que esta vez habla en serio?”.
“Si no va en serio esta vez, destrozaré a su amiguito para que ya no pueda regar las plantas de pie”, respondió.
Me reí por dentro por su comentario. “Vale”.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: ¡Por favor, sé mi pareja!