¡Por favor, sé mi pareja! romance Capítulo 120

Resumo de Capítulo 120: ¡Por favor, sé mi pareja!

Resumo de Capítulo 120 – Uma virada em ¡Por favor, sé mi pareja! de Internet

Capítulo 120 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de ¡Por favor, sé mi pareja!, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Hombre lobo, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.

Punto de vista de Riven

Le sonreí. “Gracias por traerme aquí, es hermoso”.

Miré el agua y me sentí relajada. No había estado tan tranquila en mucho tiempo. De repente, el sonido de un chapoteo y unas gotas de agua me sacaron de mis pensamientos.

“¡¡Oye!!”, grité.

Zaden salió del agua y se limpió las gotas de la cara con una gran sonrisa. “¡Ven!”.

Me reí y sacudí la cabeza. “No, gracias. Estoy bien aquí”.

“Oh, ¡vamos! No tendrás otra oportunidad así. Ven, salta”.

Suspiré, me puse de pie y corrí para saltar al lago. Me aseguré de salpicarlo lo más posible.

“Ves, ¿no es agradable?”, me preguntó. Cerré los ojos y floté sobre mi espalda por un momento. El agua me calmaba y me ayudaba a no sentir su mirada sobre mí. No obstante, sentí su presencia muy cerca y abrí los ojos para echar un vistazo. Me estaba observando con una mirada profunda.

“¿Puedo ayudarte?”, dije en un tono provocador.

“Es solo que me alegra verte relajada. Has estado trabajando muy duro durante los últimos días”.

“Mmm, tienes razón, lo necesitaba. Es mejor que un spa o cualquier otro tratamiento artificial. La naturaleza siempre tiene la cura para todo”.

“Es verdad”.

Ambos cerramos los ojos y nos quedamos flotando. Luego nadamos, nos salpicamos agua y nos divertimos antes de regresar al muelle. Él subió primero y yo detrás de él.

Nos sentamos en la manta y se rio cuando escuchó mi estómago rugiendo.

“¿Tienes hambre?”.

“Sí”, respondí.

Se dio la vuelta y abrió la canasta de comida. Había sándwiches de focaccia con pollo al pesto y unas cuantas coca-colas. Me dio uno y comimos en silencio, disfrutando de la tranquilidad del lago.

“¿En qué piensas?”, me preguntó.

“A veces, me pregunto si me seguirías tratando igual que antes si no me hubiera ido”.

“Para ser honesto, no tengo una respuesta para tu pregunta, pero ahora sé que todo lo que hice estuvo mal. Nunca debí haberte tratado así. Cuando te fuiste, mi padre me sentó frente a él y me regañó como si fuera un niño de cinco años. Me ha enseñado muchas cosas, pero ese día por fin comprendí lo que en realidad significan los compañeros. Es verdad que casi siempre actuabas como una adolescente malhumorada y mimada, pero se suponía que debía tratarte con respeto y no lo hice”.

“¡Oye!”, le di un golpecito en el brazo y se rio entre dientes.

“Sabes que tengo razón”.

“Eras un id*ota, pero es cierto. Además, solo actuaba como una adolescente malcriada a veces, no casi siempre”.

Levantó las manos como si se estuviera rindiendo.

“Vale, solo a veces. ¿Ya estás feliz?”.

“Sí, mucho”.

“Pero todo fue mi culpa. Toda relación requiere que las dos personas se esfuercen. Debería haber puesto nuestra relación por encima de mi orgullo, pero estaba demasiado ciego para darme cuenta de eso”.

“¿Te das cuenta de que en parte también es mi culpa? Después de todo, no te puse las cosas fáciles”.

“Sí, pero ya no quiero pensar en nuestro pasado. Quiero trabajar en nuestro presente para poder pasar mi futuro a tu lado”.

Sentí como si mi cabeza explotara y lo miré con una expresión de sorpresa.

“¿Qué sucede? ¿Te dejé sin palabras?”, preguntó en broma.

Me reí con burla y volví a mirar el lago.

A decir verdad, no quería irme. Estaba disfrutando estar aquí con él y sabía que él se sentía igual. Nos quedamos en silencio durante todo el viaje de regreso, pero nos sentíamos cómodos sin hablar. Tenía mi cuerpo presionado contra el suyo y sus manos sobre las mías como antes. Ahora estaba segura de que podía confiar en él, pero todavía tenía miedo de la bruja. Sabía que volvería por mí y que Zaden lucharía a mi lado sin importar lo que pasara. Pude ver la sinceridad en su mirada cuando me dijo esas palabras. Sin embargo, tenía razón, yo era más poderosa que ella, así que la mataría si intentaba tocar siquiera un solo cabello de la cabeza de mi compañero.

Cuando por fin regresamos a la casa de huéspedes, la mayoría de las luces todavía estaban encendidas, lo que solo significaba una cosa. Mis amigas me estaban esperando para que les contara algún chisme sobre mi cita.

Me quité el casco y bajé de un salto de su moto. Luego me di la vuelta para mirarlo y noté que me estaba observando. Como no se molestó en bajar de la moto, supe que no iba a entrar conmigo. Me mordí el labio inferior.

“Bueno… Sé que quieres mantenerte a una distancia segura, pero también quiero que le des una oportunidad más a nuestro vínculo y que regreses a la casa conmigo”, dijo.

Enarqué mis cejas.

“No te obligaré, considéralo como una petición. Me gusta dormir contigo”.

Asentí y bajé la mirada a sus botas brillantes. No sabía por qué me había quedado de pie aquí. ¿Qué cosa estaba esperando?

“Riven”, Zaden dijo mi nombre y levanté la mirada hacia él. Colocó una mano entre mi cabello y me sujetó con su otro brazo. Me aferré al manillar de su motocicleta para sostenerme mientras me metía la lengua en la boca y me besaba hasta que se me doblaron los dedos de los pies. Lo escuché gruñir y su pecho vibró. Coloqué una mano sobre su pecho y luego subí hasta su cuello mientras nos besábamos y nuestras lenguas se tocaban.

Gemí cuando sentí que mordió mi labio inferior y tiró de mi cabello un poco. Me estaba sometiendo en silencio, pero deslicé mi lengua alrededor de la suya y mordí su labio como él lo había hecho conmigo. De seguro le gustó porque gimió con la voz ronca. Cuando por fin me soltó, me sentía un poco aturdida. Movió las dos manos a ambos lados de mi cuello y presionó su frente contra la mía.

“Nunca me cansaré de ti”, susurró.

“¿Mmm?”, respondí sin aliento por el beso.

Me miró a los ojos y noté que estaban oscuros por la lujuria. Entonces, mi corazón dio un vuelco.

“Nunca me cansaré de ti, pero debo irme o perderé el control por completo”, repitió con la voz ronca antes de darme un pequeño beso en los labios.

“Hasta mañana”. Se despidió.

Lo siguiente que supe era que estaba sacando su moto por la entrada y aceleró para alejarse de mí.

Debía admitir que había sido algo romántico.

Histórico de leitura

No history.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: ¡Por favor, sé mi pareja!